Inmundicia, podredumbre, putrefacción -Por: Jaime Garìaromero

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La Real Academia Española define la corrupción como la acción y efecto de corromper o corromperse, depravar, echar a perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar.

Puntualmente esto fue lo que hizo el senador del partido de la U, Eduardo Pulgar Daza, cuando convidó al ex juez de Usiacurí Andrés Rodríguez Cáez, a fabricar un soborno a favor de su mecenas, Luis Fernando Acosta Osío, que controla la Universidad Metropolitana de Barranquilla y pretende quedarse, también, con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano, que facturan la bicoca de 80.000 millones de pesos al año. Según denunció el periodista Daniel Coronel.

El Diccionario Jurídico Colombiano señala que “La corrupción se define en materia jurídica como el “indebido intercambio de favores entre quien desempeña un cargo y quien gestiona algún negocio relacionado con las funciones de aquel [1]”

En castizo y autentico castellano lo ofrecido por el polémico senador atlanticense al exjuez se enmarca en un claro y contunde “Acto de Corrupción” o lo que se conoce como corrupción política que no es otra cosa que el mal uso del poder público para obtener una ventaja ilegítima. Pulgar conocido en el país por una serie de escándalos y ruidos que enlodan su accionar como concejal de Barranquilla, luego como Representante a la Cámara y desde el 2014 como Senador, no es precisamente un dechado de virtudes.

En el año 2007 el senador Pulgar fue inhabilitado por 18 años por haber participado en el 2000, cuando era concejal de Barranquilla, junto con otros colegas, en una supuesta defraudación millonaria de las arcas de la ciudad, computada en más de 5 mil millones de pesos.

Esta sanción lo mantuvo por fuera del juego electoral, hasta que, en enero de 2014, el entonces procurador y hoy embajador ante la OEA Alejandro Ordóñez Maldonado, en una polémica decisión que estuvo atada a rumores de un supuesto intercambio de favores, su esposa para la época, la senadora Karime Motta, habría votado a favor de la reelección de Ordóñez. Como siempre ocurre en el Congreso, nunca hubo investigación y esto solo quedo en conjeturas.

Pero las fechorías del congresista son de reconocimiento nacional y en su natal Barranquilla todavía recuerdan un monumental escándalo anterior. Transcurría el jueves 20 de junio de 2003, el concejal Pulgar se preparaba para unas elecciones regionales y durante un operativo, que dejo cuatro mujeres detenidas, los Policías encontraron en su oficina 112 cédulas y aproximadamente dos millones de pesos en billetes de 20 mil. Este Modus Operandi es usado por los políticos para comprar votos. ¿Recuerdan el caso de Aida Merlano?

Concuerda este suceso con la denuncia hecha por el Consejo Nacional Electoral sobre un fraude colosal en las inscripciones de cédulas en esta parte del país, lo que generó en una investigación tanto a Pulgar como a otros ediles de Barranquilla, pero sin consecuencias de ninguna índole. Así como brotó la investigación, meses después, quedo en el olvido de la justicia.

Otro hecho que pesa sobre el prontuario político de Eduardo Pulgar es el relacionado con la elección donde participaron sus hermanos: Yesid y María Luisa, salpicados en un escándalo de presunto fraude electoral. El primero, candidato a la Asamblea del Atlántico por el partido de la U y la segunda aspiraba al Concejo por los liberales, ambos en 2016 habían perdido sus curules y pocos días después de las elecciones, en los escrutinios, milagrosamente sus votos comenzaron a aumentar, fundando sospechas de fraude. Al final los votos recobrados por los hermanos Pulgar fueron anulados, lo que dio al traste con la elección de ambos políticos.

Los audios revelados por Daniel Coronel dejan varios interrogantes por lo que debe responder el senador Pulgar. ¿Quién fue la ministra que ayudo a nombrar al “tipo que ha estado antes en la universidad; ¿qué es sobrino del viejo Gabriel Acosta, primo de la mujer de Jaller, como del hijo de Gabriel Acosta?” y que con el tráfico de influencias ejercido por el congresista permanece en la rectoría y les permite a sus favorecedores económicos controlar el grupo educativo.

La semana pasada, de nuevo Eduardo Pulgar fue noticia, esta vez por una fuerte pelea que quedo registrada en las cámaras del edificio el Grataccielo, un inmueble ubicado en uno de los sectores más exclusivos de Barranquilla. Allí se ve cuando el exsecretario de salud Luis Fábregas López y el congresista discute de manera airada e incluso el parlamentario se va a pegarle al otro político. Luego del bochornoso acto Fabregas, en un comunicado de prensa, señaló que «fue agredido verbal y físicamente y recibí amenazas por parte del senador».

Si el exjuez Andrés Rodríguez narro el pretendido Cohecho a un fiscal, ¿Por qué nunca se abrió una investigación por el doloso delito que buscaba configurar el Honorable Senador?

Los actos de corrupción no solo menoscaban a los principales actores de tan vil y repugnante maniobra, sino que corroe a todo el ecosistema y no muere en si mismo, sino que alimenta y estimula otros actos de igual o mayor gravedad. Las prácticas como el tráfico de influencias, el soborno, la extorsión y el fraude practicados por servidores públicos es sin lugar a duda una aberración que deben ser castigadas ejemplarmente.


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