La Comisión de la Verdad reveló, este 10 de diciembre, detalles inéditos de lo que pasó el 6 de noviembre de 1985, cuando la guerrilla del M-19 irrumpió en el Palacio de Justicia de Bogotá, tomando como rehenes a funcionarios estatales y miembros de la Corte Suprema de Colombia. La toma generó una respuesta por parte de la fuerza pública con un contraataque que duró dos días. Casi 100 personas murieron y el edificio quedó reducido a cenizas.
Esta investigación minuciosa se enfocó no tanto en lo que sucedió dentro del Palacio de Justicia entre la guerrilla y el Ejército, sino lo que pasó con las personas que salieron con vida del edificio pero luego desparecieron o fueron presentadas como víctimas.
El informe, que contempla videos en 3D y reconstrucción minuto a minuto de lo que pasó ese día en el centro de Bogotá, revela cómo los trabajadores de la cafetería, estudiantes, visitantes, guerrilleros y magistrados que fueron clasificados como ‘especiales’ o ‘sospechosos’ fueron detenidos, llevados a diferentes instalaciones militares de la ciudad, torturados, ejecutados y, en algunos casos, desaparecidos por la por las Fuerzas Armadas.
“Se cuestiona las afirmaciones del Ejército de que las personas que desaparecieron después del asedio murieron en tiroteos durante el asalto de las fuerzas de seguridad al edificio (…) Este supuesto caos sirvió como historia de portada del Estado durante décadas, enmascarando las responsabilidades de los militares por las desapariciones”, detalló Forensic Architecture.
En un primer video se evidencia como salen cuatro grupos de personas del palacio en diferentes momentos y hacen esa reconstrucción con videos de la época y testimonios.
El primer grupo era de visitantes del Palacio de Justicia que fueron torturados en instalaciones militares pero sobrevivieron; el segundo grupo que salió eran los conductores de los magistrados que los militares rescataron del estacionamiento en la mañana del 7 de noviembre, detenidos en el Cantón Norte y sobrevivieron; en el tercer grupo salieron civiles que pasaron por un control de seguridad, clasificados como rehenes y algunos de ellos hallados sin vida; el último grupo que salió del edificio fue el de visitantes y empleados de la cafetería, ninguno sobrevivió.
El informe reveló que la Casa del Florero fue usada como centro de interrogatorios donde los militares separaban a los sobrevivientes y luego los llevaban a instalaciones militares donde los torturaban y ejecutaban.
Ver aquí video https://vimeo.com/653553735
Testimonios, videos y grabaciones de audio se conjugan en una reconstrucción digital de tres sitios clave donde ocurrió el crimen de desaparición forzada: Plaza de Bolívar, Casa del Florero y Cantón Norte. “Nuestro análisis de las imágenes del asedio revela la forma en que las fuerzas de seguridad se llevaron los rehenes que los militares afirmaron que murieron en la toma de posesión. También identifica posibles agentes encubiertos que supervisan las desapariciones, así como el uso de ambulancias y personal médico en los delitos”, sostuvo el informe.
La investigación mapea por primera vez el uso interconectado de las instalaciones militares en Bogotá y su papel en las desapariciones, haciendo que la logística de la desaparición forzada sea legible mientras los investigadores seguían a las víctimas entre múltiples sitios e instalaciones militares alrededor de Bogotá.
Siguiendo el camino de los detenidos hasta la base militar del Cantón Norte, ubicada en el norte de Bogotá, donde tenía su sede el operativo contrainsurgente, identificaron que allí los rescatados del palacio fueron interrogados, torturados, y ejecutados en algunos casos.
Aquí puede ver el video que explica lo que pasó en las instalaciones militares en detalle: https://vimeo.com/655184151
La Comisión de la Verdad presentó este informe en compañía de familiares de las víctimas del Palacio de Justicia. “Las víctimas merecemos justicia, merecemos no ser invisibilizadas ni criminalizadas. Invitamos a que respeten a las víctimas porque ustedes no saben nuestro dolor”, aseguró Débora Anaya, hija de una desaparecida del edificio.
Mientras que Francisco De Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, aseguró: “Estamos ante una obra que se ha trabajado con pasión, con una fuerza especial que nos permite meternos dentro de los eventos que acontecieron; estamos ante realidades que no hemos comprendido en su hondura”.
Con información de la Comisión de la Verdad e Infoabe.