Jesús Payares: Un Titán de titanes. Por: Miguel Macea Martínez

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Como en los inicios mitológico del Cronos, en el que según nos cuenta Hesíodo el mundo estaba lleno de titanes y los más fuertes castraban a los más débiles para mantener su hegemónica supremacía sobre la madre “Gea”, los “titanes” o barones electorales de la política del departamento de Bolívar libran “titánicas” batallas para castrar las posibilidades de sus adversarios e impedir que se apoderen del Solio de Bolívar, en el que a partir del 1º de enero del 2020 debe sentarse el reemplazo del actual Dios del Olimpo Liberal, Dumek Turbay.

En la práctica, dos grandes bloques de casas políticas tienen las posibilidades de ganarse ese “totogol” político y libran “titánicas” batallas por lograrlo: un primer bloque lo conforman las Casas García, Montes y Galvis, contra uno no menos poderoso bloque conformado por la Casa Blel y la Casa Turbay del senador Lidio García. El primer bloque batalla por llevar al poder al ex representante a la Cámara, Hernando Padaui Álvarez, y el otro al ex concejal de Cartagena, Vicente Blel Scaff.

De “regüita”, siguen todavía perniciando y dando “lidia”, los aspirantes liberales Luis Daniel Vargas, exgobernador inhabilitado tras un escándalo por favorecer a Enilce del Rosario López, en un contrato de concesión del chance, y el aristocrático “blanquito” Fejed David Alí, hermano del empresario compra-contrato, Carlos Manuel, y primo del alcalde de Magangué, Pedro Alí. Al parecer, el senador Lidio García mantiene a estos dos candidatos en “remojo” y clínicamente en sala de cuidados intensivos como si estuvieran en estado de “coma inducido” para tenerlos como calanchines para poder “negociar” mejor con los dos bloques de titanes ya mencionados.

Por fuera de dos poderosos bandos, encontramos al titán de titanes: el aspirante independiente Jesús Payares Cantillo, un solitario David querido por los bolivarenses que enfrenta a los Goliat del billete y la corrupción. Jésu es también magangueleño como Padaui, y aunque antaño perteneció a la Casa Alfonso López, ha venido tomando distancia y se presenta como una propuesta independiente.

Pero independiente de cualquier pasado político de este dirigente, lo que debe resaltarse de él es la titánica batalla que libra contra los titanes mayores de las chequeras y los contratos oficiales del Olimpo Turbaquense. Una batalla desigual, pues la “cauchera” de Jésu es de alambre dulce mientras que la “chequera” de Picho y de Vicentico es de caúcho de neumático de carro (con tilde y acento den la “u”) como decimos en la Costa.

¿Qué pasará con Jésu? ¿Llegará hasta el final? ¿Quién le dará el aval? ¿Cuánto respaldo popular tiene?

Esperemos a ver qué pasa de aquí al 27 de julio, fecha en que se cierran las inscripciones, y de entonces al 27 de octubre, fecha de las elecciones.


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