Iván Cepeda recibió en el 2009 los testimonios de dos ex paramilitares, Pablo Hernán Sierra García, que en ese momento estaba recluido en la cárcel de máxima seguridad de Itagui y de Juan Guillermo Monsalve, que pagaba su condena en Cómbita. A Monsalve le decían Guacharaco porque había crecido justamente allí, en esa hacienda, un lugar que no debe ser el preferido del presidente Álvaro Uribe. Hay suficientes malos recuerdos como para que sea así.
El papá de Monsalve se llamaba Oscar Antonio, y era el administrador de la hacienda Guacharacas cuando, en confusos hechos, el papá del expresidente fue asesinado. El 14 de junio de 1983 Alberto Uribe Sierra, acompañados de sus hijos Santiago y María Isabel, aterrizaron en la hacienda ubicada en el municipio de San Roque. Una vez el helicóptero tocó el suelo empezó un intercambio de disparos. En la versión oficial se habla de que fue un comando de las FARC, grupo que previamente había amenazado al ganadero. Uribe Sierra, quien estaba armado, se enfrentó a disparos con los hombres. En la balacera cayó asesinado.
Desde entonces su hijo, Alvaro, inició una cruzada contra ese grupo guerrillero. Sin embargo, en el 2020, cuando las FARC ya había firmado la paz, uno de sus ex comandantes, Julián Gallo, le contó al periodista Gonzalo Guillén que ellos no habían tenido nada que ver en ese asesinato. Afirmó además que desconoce qué pruebas podría tener el ex presidente para atribuirle ese crimen a ellos. “Lo que le puedo decir al respecto es que sería muy importante conocer en qué va esa investigación en la Fiscalía, porque en este país ha sido costumbre atribuir a las Farc-EP la responsabilidad hasta de los desastres naturales, y por eso sería muy importante y muy interesante, conocer el estado de esa investigación, qué se sabe de los posibles responsables, qué pruebas se tienen”. Esta respuesta desató la ira santa del ex presidente.
Lo cierto es que Guacharacas le trae malos recuerdos a Uribe. El testimonio que le dio Monsalve, testigo de excepción, a Iván Cepeda, fue lo que ha desencadenado, 15 años después, que Uribe esté en un juicio. Todos saben que, por ahora, la justicia lo tiene entre ojos fue por, supuestamente, haber intentado torcer el testimonio de Monsalve, usando a su abogado, el controvertido Diego Cadena. Pero la almendra de todo este lío podría ser la presunta participación de Uribe en la creación del Bloque Metro de las AUC.
Los testimonios de Sierra y Monsalve apuntan a que Alvaro y Santiago Uribe, junto a Santiago Gallón Henao -quien compraría después Las Guacharacas y fue el autor del asesinato del futbolista Andrés Escobar- crearon el Bloque Metro inicialmente para enfrentar al bloque Bernardo López Arroyave del ELN, que estaba comandado por alias Juan Pablo. Este bloque del ELN se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para los ganaderos por el continuo robo de ganado y extorsiones. El Bloque Metro habría ordenado varias masacres y no sólo apuntó sus fusiles contra la insurgencia. Según el testimonio de Monsalve habrían asesinado a dueños de carnicerías de San Roque que comprarían las reses robadas por la guerrilla. Según denunció en su momento Cepeda, Uribe, mientras fue gobernador, protegió a este Bloque en el negocio del narcotráfico.
Aunque Monsalve nació en Yarumal, en 1986, con ocho años de edad, llegó a las Guacharacas de la mano de su padre. En ese lugar vivieron diez años. Monsalve trabajó varios años para Carlos Mauricio García Fernández, mejor conocido como Doble Cero, máximo jefe del Bloque Metro. García Fernández perteneció al ejército a donde llegó al grado de teniente. Fue miembro de los PEPES, la organización criminal que combatió a Pablo Escobar y era hombre de confianza de Fidel Castaño. Era sanguinario pero tenía principios. Uno de ellos era evitar que los paras se transformaran en un cartel de la mafia. Por eso se entrelazó en una disputa con alias Don Berna, en donde terminaría asesinado en Santa Marta. Monsalve, después de trabajar con Doble Cero, le sirvió a los Rastrojos, el grupo que creó Wilber Varela, alias Jabón, capo del cartel del Norte del Valle. En el 2008 Monsalve fue condenado a 40 años de cárcel.
En el 2018, años después de haber acusado a Uribe de la creación del Bloque Metro de las AUC, Monsalve le contó a Reinaldo Villalba, abogado de Iván Cepeda, que un miembro del Centro Democrático, del departamento del Huila- el ex congresista Álvaro Hernán Prada está siendo investigado por estos hechos- lo había buscado para que torciera su versión y afirmara que Iván Cepeda le habría tratado de sobornar para hundir al expresidente. A la presión de este supuesto miembro del CD se suman las visitas que le hizo el abogado de Uribe, Diego Cadena, en donde lo habría presionado para que firmara un documento para exonerar al expresidente y a cambio recibiría beneficios carcelarios. Por estos hechos Diego Cadena fue suspendido durante tres años para ejercer su cargo como abogado.
La defensa de Uribe ha intentado desacreditar a Monsalve como testigo ya que, afirman, ni siquiera estaría en listas de Justicia y Paz, lo que harían poco creíble su pasado como paramilitar. El propio Álvaro Uribe, semanas antes de que arrancara el juicio contra él por manipulación de testigos, se quejó en la red social X de un posible montaje contra él del que el ex paramilitar sería protagonista. Además se quejó de supuestas interceptaciones de la Corte Suprema a su teléfono y de unos pagos de Iván Cepeda a una ONG que habría servido de puente para entregarle recursos a Monsalve.
Por ahora la defensa de Uribe, comandada por el abogado Jaime Granados, a pedido la nulidad del juicio basándose en la poca credibilidad que podría tener un testigo como Monsalve. Sin embargo es poco probable que este pedido llegue a buen puerto.