Julio De La Ossa Domínguez, Rey Vallenato de 1975 y compositor de 182 canciones- Por: José Jaime Daza H.

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En el caserío de Chochó en el departamento de Sucre, nace este connotado personaje, fallecido juglar de la música vallenata, al que muchos apodaron ‘El pequeño gigante del acordeón’. Su fecha exacta de nacimiento fue el 20 de julio de 1936. Sus padres llevan por nombres: Julio De La Ossa Álvarez y Elvira Domínguez Contreras, quien falleció cuando apenas Julio contaba con dos años de edad, razón por la cual fue criado por su abuela paterna Andrea Álvarez.

Se caracterizó por su espontaneidad y alegría y desde su adolescencia era amante de viajar. En su juventud recorrió todos los pueblos de la región Caribe colombiana. Residió en varias poblaciones de los departamentos de Sucre, Bolívar, Córdoba y Cesar, entre otros: Chochó, Corozal, Sampués, Sincelejo, Valledupar, Barranquilla y Montería, también residió por más de dos años en la vecina República de Venezuela, en el Estado Zulia y su capital Maracaibo. Viviendo en esta ciudad, en una ocasión se corrió que había fallecido y como las comunicaciones eran difíciles solo a los dos meses de la noticia se aclaró que era falsa dicha información.

Tiene un grueso número de canciones grabadas y dentro de las más escuchadas están: ‘La colegiala’, ‘Mi visita’, ‘La margentina’, ‘Bella cascada’, ‘Adiós María’, “La cita’, ‘Novia ingrata’, ‘Orfelina’, ‘Dibujando tu belleza’ y ‘Gladys mi amada’, varios de estos temas interpretados por artistas internacionales como ‘La Billos Caracas Boys’, ‘Los Hispanos’, ‘Carlos Vives’, ‘Binomio de Oro’, cantando Rafael Orozco, Iván Villazón y Silvestre Dangond.

Los inicios musicales de Julio fueron tocando violina, y la primera composición que hizo se llama ‘Carmencita’, se inspiró en una dama que se llama Carmen Martínez, en aire de paseo. Su primera grabación la consiguió con la ayuda de un muchacho al que apodaban ‘el Mocho’ su primer cajero, quien lo contactó con unos señores que tenían una empresa de discos, a él lo atemorizó aquello y al principio no quería. Junto con ‘el Mocho’ viajó a San Jacinto Del Cauca, pues se enteró de que en ese pueblo vivía su padre que lo había dejado cuando apenas tenía dos años. Logró su objetivo de reencontrarse con su progenitor y lo primero que le pidió fue que le diera para comprar un acordeón. Su papá vendió un arroz y le regaló $350. Regresó a Sincelejo, donde vivía Calixto Ochoa y le solicitó que le vendiera un acordeón; Calixto aceptó vendérselo con la condición de que se lo prestara cuando lo necesitara para realizar presentaciones especiales o grabaciones. El acordeón era especial en verdad, tenía unos bombillitos y Julio le agregó también unos espejitos. Ese instrumento llamó mucho la atención ya que iluminaba y se podía mirar cuando tocaba el pequeño gigante.

En Barranquilla realizó su primera grabación en acetato en el sello Eva, donde grababa Aníbal Velásquez, a la edad de 22 años; más tarde se traslada a Cartagena a los estudios de un señor al que llamaban ‘el Curro’, en estudios Ecos. Se estrenó con una canción suya, titulada ‘El motetico’ y otra ‘El abarca’. Le pagaron en esa época $20 por cada canción grabada y se los pagaban tres meses después de grabado el disco; en un principio no le permitían grabar porque no tenía cédula y le adelantaron un año para poder sacarla. En el año 1960 grabó con ‘Los Corraleros del Majagual’ por exigencia de Toño Fuentes, director de Discos Fuentes. Allí estaba un grupo de músicos al que llamaban ‘El Combo de Los Galleros’, grabó un mosaico que se llamó Mosaico # 2, junto a Cesar Castro, Calixto Ochoa, y Eliseo Herrera.

El gran Alejo Duran expresó en una oportunidad que existía un artista que admiraba y se llamaba Julio De La Ossa, pues lo consideró una persona alegre, que canta muy bien y es una gran figura de una música viva, que agrada y gusta mucho. Si yo tomara trago, me gustaría que mis parrandas me las amenizara ‘Julito’ De La Ossa, terminó diciendo ‘el Negro grande’ Alejandro Durán Díaz.

A la edad de 62 años, un 28 de septiembre del año 1998, fallece este grandioso juglar del Folclor Vallenato, en la ciudad de Montería, Cordoba, luego de padecer durante varios años diabetes, el diagnóstico de su muerte fue infarto al corazón. Su vertiginosa carrera la inició a la edad de 17 años y logró coronarse Rey Vallenato en el año 1975, posteriormente se corona Rey Hombre Caimán en Plato Magdalena en 1986, y Rey Sabanero en Sincelejo, Sucre en el año 1990.

Muy agradecidos con John De La Ossa, su penúltimo hijo, quien muy gentilmente nos concedió una bonita entrevista y nos contó detalles de la vida y obra de Julio, por ejemplo, que la canción ‘Mi visita’ ha sido grabada en más de 30 versiones diferentes, y ‘La margentina’ es el tema musical preferido en los festivales de música vallenata para el concurso de piquería, también para trovas. Nos cuenta John que su padre con su mamá Gladys Ochoa contrajo matrimonio y engendró 8 hijos, él ocupa el séptimo lugar, en Montería tiene dos hijos más, en Venezuela y en otro pueblo de Córdoba le nacieron otros dos, para un total de 12 hijos.

Dentro de sus mejores amigos podemos mencionar a Roberto y ‘el Turco’ Pavajeau, ‘Toño’ Andrade, Abel Suárez su compadre y guacharaquero oficial, el ‘Turco’ Asa, entre muchísimos más. Desde 1969 en el primer Festival Vallenato inició a participar en los diferentes festivales de la Costa Atlántica, en Valledupar interpreta dos puyas de su propia autoría: ‘La puya zaramulla’ y ‘Mi testamento’, con la que compite y gana el Festival De La Leyenda Vallenata, enfrentándose a Cesar Castro, ‘Beto’ Rada, y Ovidio Granados, entre otros.


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