Tuvo que ganar el Atlético Bucaramanga un campeonato de fútbol para que se destapara la profunda influencia de ambos santanderes, pero en especial, el del sur, en la cultura y el carácter de Barranquilla. ¡Qué poco de barranquilleros que salieron por aquí haciéndole vivas al Bucaramanga! Y eso no fue porque del otro lado estaba Santa Fe, un odiado equipo bogotano, sino porque Barranquilla es una ciudad que le debe bastante a los santandereanos, quienes han sido, quizá, el bloque del interior del país más relevante en el progreso de la ciudad. Desde simples tenderos de barrio, hasta empresarios y comerciantes, la Influencia de los santandereanos en la ciudad es notoria e importante. Ayer vi un vídeo de la celebración del campeonato en una tienda de esquina en el Barrio Abajo, y parecía una celebración en pleno centro de Bucaramanga. Todos en la tienda con camisetas amarillas pujando por el Bucaramanga y llorando como si hubiera sido el Junior.
Santandereanos hay en todas partes, pero en ese corredor Cesar-Magdalena-Atlántico es en donde yo creo que más hay. Ya en el sur del César, me acuerdo, se habla “santandereano”, y a medida que uno sube hacia la Costa los puestos de tenderos santandereanos se multiplican y están en todos los pueblos. No creo que haya pueblo entre Aguachica y Barranquilla que no tenga una tienda de santandereano, o de hijos de santandereanos.
Yo me acuerdo que, trabajando en Valledupar, hace como 27 años, conocí una pelada santandereana que me decía con mucho orgullo que “Barranquilla era lo que era por los santandereanos”, que la ciudad nunca habría alcanzado su prosperidad sin este grupo migratorio del interior del país.
Puede que tenga algo de razón esta antigua amiga mía, pero mi respuesta en ese momento fue “si los santandereanos han sido tan determinantes para la prosperidad de Barranquilla, ¿por qué estos no se quedaron en Santander e hicieron lo propio por la prosperidad de Bucaramanga, una ciudad menos rica y menos próspera que Barranquilla?”.
Ahí se acabó la conversación, porque esta pelada no me supo responder esa pregunta.
Yo creo que sé la respuesta, en todo caso. La inmigración de santandereanos a Barranquilla empezó después de los años de La Violencia, cuando muchos liberales de esa parte del país se fueron de su tierra para salvar el pellejo, porque los Santanderes siempre han sido tierra de una godarria recalcitrante y detestable.
Esa migración masiva desde los Santanderes, en especial, de Ocaña, tuvo un efecto importante en Curramba, al punto que el acento barranquillero al hablar tiene mucho de ocañero, por eso suena medio “venezolano” para un oído extranjero.
La realidad es que Barranquilla es la ciudad más importante de la Costa, pero, a su vez, es la menos costeña. Barranquilla es una ciudad de inmigrantes, tanto de afuera como de dentro del país, y para encontrar a un barranquillero raizal toca ir a Soledad o a Sabanalarga, porque en Barranquilla todo el mundo tiene un padre o un abuelo santandereano, o uno paisa, o uno turco, o uno italiano o uno alemán. Cecilia López Montaño, la primera ministra de agricultura de Petro y quien se dice muy barranquillera, es hija de cachacos que emigraron a Barranquilla en esos años de la Violencia cuando Barranquilla, más que una ciudad, se volvió un refugio de un poco de gente que llegó a la ciudad para salvar el pellejo.
Por eso prosperaron en Barranquilla, pues fue allí en donde se les permitió desarrollar su potencial, de todo tipo.
Con el perdón de los barranquilleros, y espero que esto no lo tomen tan a mal, Barranquilla de algún modo no es ni siquiera una ciudad costeña. Es más bien una ciudad “cachaca” con formas costeñas, lo cual, no es necesariamente malo, ni mucho menos. Si Barranquilla no fuera una ciudad de inmigrantes sería, como Santa Marta, o como Ciénaga, una ciudad de mucho menos calado empresarial y comercial del que tiene ahora.
Pero esa es una apreciación personal, y así como digo esto también opino que Colombia, con excepción del sur del país (Cauca, Huila, Putumayo, Nariño), y la sabana cundiboyacense, es un país “Caribe” eminentemente, y que los paisas, los vallunos, los santandereanos y los del Eje Cafetero son “caribes de montaña”. El carácter andino, de, por ejemplo, un ecuatoriano, un peruano, o un boliviano, solo existe en Colombia en el sur del país, el resto de Colombia es Caribe en esencia.
Siendo así las cosas, estamos hablando entonces de “Caribes de la Costa” y de “Caribes de Montaña”, y Barranquilla es una ciudad con mucho más “Caribe de Montaña” que el resto de las ciudades de la Costa, con la excepción de los pueblos del sur de Córdoba, que ya son pueblos casi que antioqueños.
La ciudad más Caribe-Caribe de Colombia no es Barranquilla, es Cartagena, porque lo Caribe-Caribe requiere de un importante componente negro que Barranquilla no tiene. De ahí la gran diferencia en carácter entre las dos principales ciudades de la Costa, que separadas apenas por una escasa hora de manejada, son dos mundos completamente distintos. Es eso: Barranquilla es una ciudad mezcla de inmigrantes extranjeros con inmigrantes “Caribe-Montañeses”, mientras que Cartagena es una ciudad afro-Caribe. Además, el pasado colonial glorioso de Cartagena le da un carácter histórico a la ciudad que Barranquilla no tiene. Cartagena fue una ciudad construida por los españoles, una ciudad eminentemente hispana; Barranquilla fue construida por inmigrantes, casi que desde su parto.
Y las diferencias entre las dos ciudades también se reflejan en su fútbol. El primer equipo de los cartageneros es el Real Cartagena, naturalmente; pero el segundo es Millonarios, pues Cartagena está “hermanada” con Bogotá al haber sido estas dos ciudades las principales ciudades del Virreinato Español del Nuevo Reino de Granada.
En Barranquilla el primer equipo es el Junior, y en segundo lugar seguramente los barranquilleros escogen al Unión Magdalena.
Pero el tercer equipo en preferencias en la ciudad, muy cerca del Unión, es el Bucaramanga, y con eso volvemos al tema del fútbol.
Hoy es el día para ir a pedir fiao’ en Curramba, pues la mayoría de los tenderos de la ciudad están de fiesta, están en modo generoso .
Felicitaciones a los hinchas del Bucaramanga, estén en Bucaramanga, en Barranquilla o en donde quiera que esté. Ojalá ganen la Libertadores el próximo año y les toque jugar la Intercontinental con mi Real Madrid…