México alcanzó un hito ayer al elegir, por primera vez, a una presidenta mujer para que tome las riendas del país, un hito en realidad si tenemos en cuenta que México es de los países más machistas que existen en el mundo. Es el país del charro de bigote y pistola, el país de los “meros-machos”, y fíjense ustedes lo que ha pasado. Una científica de mente fría a la que sus opositores llaman “la dama de hielo” acaba de ser elegida presidenta, lo que es aún más notable, pues no solo es mujer, sino también culta e inteligente. Y fuera de eso, atractiva, porque Claudia Sheinbaum es una mujer atractiva.
Me he puesto en la tarea de explorar en el medio político colombiano para ver si dentro de nuestra política existe una “Claudia Sheinbaum” que se pueda hacer cargo del país en el 2026 cuando Petro acabe su mandato, y estas son las candidatas que encontré:
1. María Fernanda Cabal: A diferencia de Claudia Sheinbaum, quien tiene raíces en el este de Europa, nuestra “Mafe” no sabe la diferencia entre “Rusia” y la “Unión Soviética”. Su cara de bruja entre cuervo y búho dista mucho de la belleza de Claudia Sheinbaum, eso para no decir que yo sospecho que Mafe Cabal no sabe ni contar hasta 10, lo que la pone en franca desventaja con la científica mexicana.
La única ventaja de Mafe sobre Sheinbaum es que Mafe llegaría con su propia “mascota-esclavo” al poder, Miguel Polo Polo, a quien Mafe tiene pensado entregarle el ministerio de negritudes para que Polo Polo distribuya la crema que usa para aclararse la piel, pues a Mafe solo le gustan los negritos claros. La gran promesa de Mafe es que los negros tengan la oportunidad de ser mulatos con la distribución de esas cremitas que usa Polo Polo.
2. Cathy Juvinao: Cathy es nuestra representante Caribe a este concurso de encontrar la “Claudia Sheinbaum” colombiana. A pesar de su juventud, Cathy no es tan atractiva como la Sheinbaum, pero tiene lo suyo: la bullaranga y el murgerio de las mujeres barranquilleras. A la mente fría y calculadora de la Sheinbaum la Juvinao le tira su extraordinaria capacidad para armar murgas y peloteras para tapar las cagadas de su partidito de fracasados (el partido verde), en donde ella nunca deja hablar a nadie. La Sheinbaum escucha, la Juvinao arma alaracas de malculeada; la Sheinbaum medita, la Juvinao no sabe qué es eso; la Sheinbaum analiza datos para tomar sus decisiones, la Juvinao usa Twitter para tirar mierda; la Sheinbaum es sobria, la Juvinao me recuerda al oso “Figueredo” del “Show de los Muppets”.
3. Claudia López: De Claudia a Claudia. Esta es la candidata con más aspiraciones a llenar el puesto de “Claudia Sheinbaum” colombiana, no solo porque comparte su mismo nombre, sino también porque ambas fueron alcaldesas de grandes ciudades, México y Bogotá.
Sin embargo, hay diferencias. Mientras que Claudia Sheinbaum tiene pinta de modelo senior, que bien podría salir en una portada de “Vogue”, Claudia solo pasaría el casting en una revista de mecánicos automotrices. Tiene más “charm” un caimito podrido que Claudia López, y la elegancia sartorial de la Sheinbaum no se puede reemplazar con una pañoleta.
La Sheinbaum también roba menos que su tocaya colombiana, y que yo sepa, no se ha robado ningún metro de ninguna ciudad como la colombiana.
Y a Dios gracias la Sheinbaum no viene con “gordita” incluida. Su actual pareja es un antiguo compañero de universidad con el que se reencontró después de muchos años vía Facebook, y no un “tamalito” alaraquiento y corrupto que mete mano hasta en los monederos de las ancianas que van a misa.
Claudia Sheinbaum es reconocida por tomar decisiones basado en la información disponible; Claudia López es reconocida por tomar decisiones basado en la “mordida” disponible.
4. Katherine Miranda: La elegancia y sobriedad de Claudia Sheinbaum contrasta notablemente con la pinta de “moza de traqueto” de Katherine Miranda. En ese sentido la colombiana sería perfecta para Colombia, porque aquí gusta el perfil “traqueto”.
Otra diferencia notable entre Katherine Miranda y Claudia Sheinbaum es la convicción de sus afiliaciones políticas. Claudia Sheinbaum es nieta de una comunista lituano, hija de un hombre de izquierda, y ella es una mujer de izquierda. Katherine Miranda, por otro lado, empezó en la izquierda, se mudó al centro después de adquirir notoriedad con su alaraca permanente, y ahora parece ir camino a la derecha, convirtiéndola en una especie de “Armando Benedetti” femenina. Tiene más convicción una veleta al viento que Katherine Miranda, quien por la noche puede decir exactamente lo contrario a lo que dijo por la mañana. Eso para no decir que, por un calao’, Katherine Miranda vende hasta a la madre.
5. Ingrid Betancourt: A Claudia Sheinbaum la quiere todo el mundo; an Ingrid la detesta todo el mundo. La mexicana es sobria; la colombiana es puta. Claudia Sheinbaum barrió en las elecciones en su país; Ingrid sacó el 0.5% de los votos. A Claudia Sheinbaum la persigue la masa para tocarla y abrazarla; an Ingrid Betancourt la persigue la masa para levantarla a piedra. Claudia Sheinbaum suelta frases inteligentes y concisas; Ingrid Betancourt solo espeta frases cargadas de mierda. Ver a Claudia Sheinbaum produce alegría; ver an Ingrid Betancourt produce diarrea.
Como pueden ver, nos falta para tener una Claudia Sheinbaum en Colombia. Creo que vamos a tener que buscar más bien un “Claudio”, o elegir a Petro otra vez, porque la vaina con las damas está como jodida.
La que mejor marca para mi, es Francia. La morocha no será tan bella como la Sheinbaum, pero al menos es una socialista de verdad, como su par mexicana.
En Colombia no se hace un peto aguado con las mujeres que tenemos en la política, ¡qué tristeza!