Después de la era de los años 70 donde muchos crecimos con el furor de la bonanza algodonera y marimbera, también crecieron unos personajes siniestros proclives al delito y la vida fácil. Muchos de ellos llevaron una vida de reyezuelos, con vehículos Malibu de origen venezolano, pistolas 9 milimetros, con cachas emchapadas en oro y buen olor a la María Farina, la famosa colonia francesa de uso común entre los mafiosos para atraer a las vetustas putas en la región Caribe.
Una década más tarde toman fuerza los movimientos sociales de origen marxista leninista, trosky, maoísta, castrista, los PCML, que muchos de esos líderes se fueron a la clandestinidad, por la presión del Estado de Excepción que regía para esa época.
Para el inicio de los noventas se dan las primeras alianzas entre las mafias del narcotráfico, paramilitares y políticos de la región Caribe, para destacar los vínculos cerrados según las autoridades entre Emilse López alias ‘La Gata’ y Gonzalo Rodríguez Gacha, los narcotraficantes de Antioquia, Autodefensas Campesinas de Córdoba y Uraba, y prestantes figuras de la política de los departamentos de Córdoba, Sucre, Magdalena, Cesar y La Guajira.
El revuelto de esas mafias de paramilitares, narcotraficantes y políticos, inicia una nueva era de la corrupción en la región Caribe, donde se le ponía precio y todavía se les pone a jueces, fiscales, y miembros de los órganos de control del Estado e incluso muchas veces con la complicidad de sus superiores.
El apretón del Estado contra estas mafias los obligó a un cambio de estrategia para dominar el mercado de las drogas, poder militar y poder político, entonces fue cuando decidieron financiar campañas políticas en toda la región Caribe y en gran parte del país.
Pero de esta alianza surge el hecho más devastador contra los recursos del Estado y toma mayor fuerza la corrupción dentro de un enfoque social y legal, que se encuentra definida como la acción humana que transgrede las normas legales y los principios éticos. La corrupción puede darse en cualquier contexto, en este caso se analizará la corrupción en el sentido administrativo y político.
Hoy, producto de la alianza entre paramilitares, narcotraficantes y corrupción, muchos políticos de los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y La Guajira se encuentran huyendo y otros ya están presos.
El clientelismo hace parte de la cultura política de los costeños
Cada departamento costeño tiene su propio clan y en varios casos entre departamentos vecinos existen alianzas entre ellos para sacar adelante “el negocio ilícito”, que es esquilmar los recursos públicos, a través del poder político obtenido de manera fraudulenta y del voto popular amarrado con la clientela y el poder económico.
Por ejemplo, entre La Guajira y Cesar están los Gnecco, que incluso tuvo vasos comunicantes con la clase política de Magdalena, con su pariente Hugo Gnecco que fue alcalde de Santa Marta, alianza que hoy aún persiste entre los llamados “Conejos”, los hermanos Cotes Vives: Luis Miguel y Álvaro, este último hermano el exgobernador ‘El mello’. Pero también hacen parte de este clan la actual gobernadora Rosa y su hermana, la actual gestora social del departamento, Luz María y otra hermana de nombre Elena.
La Guajira es casi un departamento fallido. Allá todo se lo roban y luego de la destitución de Kiko Gómez y de su alfil político Oneida Pinto, este ente territorial se sumergió en un marasmo jurídico del cual no ha logrado sobreponerse, tanto que aún tiene gobernadora encargada.
Pero volvamos al departamento de Magdalena. Allí la situación es calamitosa. Desde la actual gobernadora Rosa Cotes, sus congresistas están inmersos en sonados casos de corrupción. Caso como la vía de la prosperidad, el PAE, entre otros, hoy mantienen a esta clase política en la mira de las autoridades.
Como lo dijimos, el poderoso clan Cotes, liderado por los hermanos Álvaro y Luis Miguel son los dueños de toda la contratación. Hoy tienen el poder a través de los congresistas que lograron elegir en las pasadas elecciones, dos senadores: Fabián Castillo Suárez y Antonio Zabaraín; los cinco representantes a la Cámara: Carlos Mario Farelo, José Luís Pinedo Campo, Kelyn González, Franklin Lozano y Hernando Guido.
En este ramillete aparece de nuevo el apellido Pinedo quien hace parte de esta casa política que orienta el exsenador y expresidente del Congreso, Miguel Pinedo Vidal, condenado por parapolítica.
Si por estos tres departamentos llueve por Bolívar y su capital no escampa. Cartagena atraviesa su peor crisis política y de liderazgo, con su último alcalde elegido preso y la mayoría del Concejo ‘sub judice’. El futuro de ‘La Heroica’ puede ser muy próspero o tortuoso. Ya antes lo habíamos señalado en una nota anterior, cuando fue destituido el alcalde Manolo.
La familia García Romero es el gran clan poderoso de esta parte del Caribe colombiano. Este grupo político comenzó su vida política en el municipio de El Carmen de Bolívar y de allí se extendió a Cartagena y luego a todo el departamento. En los últimos 20 años han usufructuado el poder a punta de clientela, poder económico y cercanía con los grupos paramilitares, de hecho, su principal líder el exsenador Álvaro García Romero está preso por la masacre de Macayepo, condenado a 40 años de prisión.
La Corte Suprema señaló al ‘Gordo’ García como responsable del surgimiento de grupos paramilitares en Sucre. Además, de haber estado detrás de la masacre de Macayepo, de haber desviado dineros públicos para financiar a los ‘paras’ y hasta de haber orquestado el asesinato de una jurado de votación en San Onofre (Sucre).
De este clan hace parte la exsenadora Piedad Zucardi de García, esposa de Juan José García Romero, condenado por la Corte Suprema en marzo de 2007 a tres años y medio de prisión por el delito de peculado por apropiación. Corrupción.
Zuccardi de García decidió apoyar al candidato a la presidencia Álvaro Uribe Vélez, y desde entonces se convirtió en una de sus aliadas más influyentes en la costa Atlántica. Y luego desde el Partido de la U se convirtió en la líder de este clan que logró elegir a Campo Elias como alcalde de Cartagena y amasar un gran poder clientelar y burocrático en la ciudad y en instituciones del orden nacional como la Registraduría de la costa Atlántica y en el sector de la salud.
Piedad Zucardi desde el año 2013 es investigada por la Corte Suprema de Justicia. En octubre del mismo año la corte la llamó a juicio por presunto concierto para delinquir agravado, relacionado con su supuesto vínculo con paramilitares.
Esta familia se dividió el poder entre los departamentos de Bolívar y Sucre y el ‘Gordo’ García se apoderó de este último ente territorial. Sucre quería tener siete senadores, pero solo quedó con dos: los hermanos Guerra de La Espriella. María del Rosario, por el Centro Democrático, y Antonio Guerra, que alcanzó a pasar su susto al ocupar la última curul asignada a Cambio Radical.
Álvaro García Romero desde la cárcel logró mantenerse en el senado con su hermana Teresita García, que no resultó electa hace cuatro y volvieron intentarlo, ahora con Juliana Escalante, su sobrina que no pudo llegar al congreso por Cambio Radical en las pasadas elecciones.
También es bueno recordar que los García Romero no han estado solo en este contubernio. Hacen parte del paisaje corrupto de Cartagena y Bolívar, la familia Faciolince y facción liberal llamada Nueva Fuerza Liberal, otra facción liberal MIPOL (Movimiento de Integración Popular), el exsenador Vicente Blel condenó a siete años de prisión por sus nexos con grupos paramilitares y facción liberal Convergencia Liberal, la familia Turbay y facción liberal Partido Único del exsenador Javier Cáceres, condenado por el delito de concierto para delinquir, por aliarse con grupos paramilitares para favorecerse electoralmente y facción liberal, Movimiento Nacional Conservador Rodolfo Segovia, y el exsenador William Montes, condenado por parapolítica. Partido Conservador, con Jesús Puello Chamié, detenido por su cercanía con los grupos paramiliares, Jose Maria Imbeth y Julio Manzur, también condenado.
Estos parapolíticos dejaron sus herederos en el escenario político y hoy están en el Congreso: Emeterio Montes, hijo de William Montes; Nadya Blel, hija de Vicente Blel, Wadith Manzur, hijo de Julio Manzur y Andrés García Zuccardi, hijo de Piedad Zucardi.
Los carteles políticos que han desangrado al departamento de Córdoba aún resuenan en los oídos de los costeños y cordobeses.
De aquí son los famosos ‘Ñoños’: Musa Besaile y Bernardo Elías, confesos corruptos que desangraron en todos los sectores a este departamento y en su momento los senadores más votados. Este departamento llegó a tener 10 congresistas. Los ‘Ñoños’ están presos por corrupción y por su participación activa y militante en el vergonzoso caso de Odebreth.
La clase política de Córdoba, todo este interdicto, ninguno se salva. Famosos son los casos de corrupción del exgobernador Alejandro Lyons, convertido testigo principal y actualmente en los Estados Unidos. Es requerido por las autoridades por 20 delitos.
El actual gobernador de Córdoba, Edwin Besaile, está en la mira de las autoridades por su presunta participación en el cartel de la hemofilia, que desangró los recursos de la salud de este departamento. El mandatario es hermano del senador Musa Besaile, también involucrado en el escándalo de Odebrecht y preso en la Picota.
Otro capítulo de esta tragedia para los monterianos y cordobeses es el atinente al exalcalde de Montería y exconsejero para las Regiones del gobierno de Juan Manuel Santos, Carlos Eduardo Correa, suspendido su nombramiento como presidente de la Financiera del Desarrollo Territorial (Findeter), tras las investigaciones en su contra por presuntas irregularidades en la construcción del Coliseo Miguel ‘Happy’ Lora de Montería, por este tema también está en el ojo del huracán el alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda García.
En este departamento se lograron elegir los herederos del detenido exsenador cordobés, por el sonado ‘Cartel de la toga’; Musa Besaile, quien logró meter en su reemplazo a su hermano mayor Johnny Besaile y a la fórmula a la Cámara, Erasmo Zuleta Bechara. Por la U también salieron electos Jorge Burgos Lugo y repite curul Sara Piedrahita.
El Atlántico es tolda aparte, pero sin alejarse de los ruidos de corrupción de la familia Char, se podría calificar como un bálsamo en este baraúnda de corruptela de los políticos costeños. Barranquilla hoy es la ciudad del futuro y eso se debe a la buena gestión de los Char y también de su gobernador Eduardo Verano De la Rosa. Los tres mandatos con injerencia de la poderosa familia Char le han permitido a la arenosa un aire de ciudad moderna, industrial y futurista. Igual sucede con su gobernador Verano que ha demostrado su talante técnico y viene adelantando una loable gestión frente a la Gobernación.
Cabalgando solos
Aunque el panorama del Caribe colombiano no es el más alentador, sobresalen y es de destacar el liderazgo de Carlos Caicedo, Alex Char, que se proyectan como los nuevos líderes del norte de Colombia, con un tinte técnico, muy carismáticos y sobre todo con muy buena aceptación y reputación entre los costeños.
También se destacan el gobernador Eduardo Verano y Dumek Turbay catalogados como los gobernadores más pilos de Colombia. Allí, también debemos mencionar al actual alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez