Un informe de Prospectiva Económica de Fedesarrollo dio a conocer que con el cierre económico de 2022 de 8,1 % la Costa Caribe sería la segunda región del país con mejor comportamiento del PIB.
De acuerdo con El Heraldo, el documento plantea que el crecimiento de las regiones en este año estará en un rango de entre 5,4 % y 8,3 %, donde Bogotá y la región Caribe serían las que mayor crecimiento presentarían.
“A nivel regional, se observa que, aunque en diferentes grados, la recuperación de la actividad económica ha irrigados sus beneficios de manera positiva en todas las regiones del país. Se resalta que las regiones cuyo PIB depende en gran medida del comercio, el transporte y el alojamiento siguen teniendo un crecimiento destacado de su economía”.
Destaca que en lo corrido del 2022 la economía colombiana ha mostrado resultados positivos en términos de las tasas de crecimiento del PIB, jalonado principalmente por un destacable consumo interno.
En las proyecciones futuras se espera una moderación en el crecimiento del país teniendo en cuenta factores como la inflación y la incertidumbre de la economía global, produciendo una ralentización económica en la mayoría de las regiones.
“Se espera que esta desaceleración afecte más pronunciadamente a las regiones que concentran las actividades de comercio, transporte y alojamiento. Por su parte, las regiones con concentración de productos agrícolas y minero energéticos pueden presentar una ligera recuperación por los mejores pronósticos de estos sectores”, explica el informe.
En cuanto al crecimiento del país, a partir de los resultados de la dinámica económica, la coyuntura actual, los riesgos internos y externos y el modelo de análisis, Fedesarrollo prevé que el PIB real crezca 7,7 % en 2022 y que el de 2023 llegue a 1,5 %.
La proyección de la tasa de cambio del peso colombiano respecto al dólar es que en 2023 se ubique entre los $4.500 y $5.000.
Destaca que la inflación anual alcanzó un máximo en los últimos 23 años al llegar a 12,53 %, completando dieciséis meses consecutivos por encima del rango meta del Banco de la República (2-4 %).
Igualmente, la inflación básica sin alimentos y regulados (SAR) ha mantenido una tendencia alcista desde diciembre de 2021, con 12 meses consecutivos acelerándose y 11 meses seguidos por encima del rango meta del Banco de la República. En noviembre registró una variación anual del 8,82 %, evidenciando una intensificación de las presiones sobre los precios por el lado de la demanda.
“Estas presiones al alza se siguen explicando, por un lado, por factores internos, asociados al desequilibrio entre la oferta y la demanda interna y a altos precios de alimentos y energía. Por otro lado, también se encuentran los factores externos, que se sigue evidenciando un fenómeno de inflación importada y de las presiones acumuladas por cuenta de la depreciación de la tasa de cambio que se ha traslado principalmente a los componentes de bienes y alimentos”, explica.
Asimismo, la recuperación rezagada de la oferta global y de las cadenas de suministro en el contexto de desaceleración de la demanda mantienen elevados los precios de commodities, de ciertas materias primas y de bienes de consumo final. Vale notar que a noviembre Colombia se mantiene como uno de los pocos países con presiones inflacionarias al alza.
“En vista de la normalización de política monetaria puesta en marcha por la Junta Directiva del Banco de la República y el pico de inflación esperado durante el primer trimestre de 2023, esperamos que el próximo año la tasa de intervención disminuya paulatinamente hasta ubicarse en 8,5% en diciembre de 2023”, agrega.