La historia de una joven estudiante que vendía sándwiches y se graduó como bacterióloga

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Jannina García Mármol alcanzó su título en el programa de Bacteriología de la Universidad de Córdoba, donde a lo largo de sus estudios recorría los pasillos ofreciendo  “Sándwiches a la orden”,  y una gran sonrisa. 

De manos del rector y presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE), Jairo Miguel Torres Oviedo, Jannina recibió el título de Bacterióloga, hecho que se convierte en una historia inspiradora al ser una estudiante excepcional que demostró que, con determinación y sacrificio, se pueden alcanzar los sueños y apoyar a su familia.

Momentos antes de recibir su grado, la emoción y la nostalgia se apoderaron de Jannina, quien llegó acompañada de sus padres Jesús María García Pérez y Alcira Judith Mármol Fajardo.  Recordó lo vivido durante los últimos cinco años, tiempo en el que hizo parte de la gran familia unicordobesa.

Jannina García es la última de tres hermanos. Todos han seguido la senda de la educación superior y son profesionales exitosos, gracias al apoyo inquebrantable de sus padres y a su propia perseverancia. Sin embargo, la historia de Jannina es especialmente inspiradora, puesto que, durante sus años en la universidad, se convirtió en un ejemplo de superación y esfuerzo incansable.

Con lágrimas en sus ojos y el corazón henchido de alegría, resaltó que a sus 22 años tiene mucho por agradecer. “Nací en Pelayito, municipio de San Pelayo, donde vivo con mis padres. Tengo dos hermanos, uno es Ingeniero de Alimentos egresado de la Universidad de Córdoba, y mi otro hermano es médico general residente de Endocrinología de la Universidad Nacional. Gracias al esfuerzo de mis padres hemos logrado cumplir nuestros sueños de ser profesionales”, dijo la joven profesional.

Agregó que desde que estaba en el colegio le llamó la atención el estudio de los microrganismos, razón por la cual decidió inscribirse en el programa de Bacteriología.

“Mis prácticas formativas y profesionales las hice en el Hospital San Jerónimo de Montería, donde afiancé los conocimientos teóricos que aprendí en la universidad”, expresó Jannina.

Agregó que su ingreso a la Universidad de Córdoba se dio tras ganar una beca que otorga la Alcaldía de San Pelayo a los bachilleres del municipio, que obtuvieron los mejores resultados en las pruebas Icfes.

“Estudié becada en la Universidad de Córdoba. Nunca pagué una matrícula y estoy muy agradecida porque hoy soy una profesional gracias a ello, en otras circunstancias, tal vez, no hubiera podido hacerlo. Esto cambió mi vida, fue una gran ayuda para mí y para mis padres. Mi meta ahora es seguir creciendo con mi carrera y mi emprendimiento de sándwiches. La Universidad de Córdoba ha sido un pilar fundamental en la realización de mis sueños y pienso seguir estudiando aquí”, afirmó Jannina García.

Lo que hace que la historia de Jannina sea aún más notable es que, a pesar de las dificultades económicas, decidió emprender una iniciativa única para financiar sus estudios y aliviar la carga de gastos en su familia.

Recordó que su emprendimiento nació después de la pandemia. “Siempre conté con el apoyo de mis padres. Sin embargo, después de pandemia todo se volvió más costoso y no quería ser una carga para ellos. Mi papá es mecánico en un taller de motos en Pelayito, y mi mamá trabaja como madre comunitaria en un Centro de Desarrollo Infantil, del ICBF, en San Pelayo”.

“Emprender me sirvió para ganar un dinero extra y tener para pagar ciertos gastos de la universidad. Mi papá me transportaba en moto hasta Cereté y de allí tomaba una buseta para llegar a estudiar. El regreso era igual. Con la venta de sándwiches también logré mejorar mis habilidades comunicativas y conocer muchas personas de quienes he aprendido”, explicó la bacterióloga de los García Mármol.

Recordó que los sándwiches los preparaba en su casa tres horas antes de salir para la universidad. Inició vendiendo 11 unidades y al notar que en una hora tuvo buena venta, decidió aumentar la cantidad a 50. “No tuve ningún problema en la universidad con mi emprendimiento, de hecho, varios compañeros también tienen pequeños negocios para ayudar su economía familiar”, precisó.

Jannina se convirtió en una emprendedora de alma y corazón, ofreciendo su producto en el campus universitario. Desde las primeras luces del día hasta el atardecer, atendía a sus compañeros de clase, profesores y personal universitario con su sonrisa amigable y sus deliciosos sándwiches caseros.

Los ingresos de su pequeño negocio se destinaban a cubrir los gastos de transporte, fotocopias, almuerzo y algunos libros, aliviando la carga financiera de sus padres. Además, Jannina no sólo vendía sándwiches, sino que también compartía historias y sueños con sus clientes, inspirándolos a seguir adelante en sus propias metas académicas y profesionales.

Hoy, Jannina ha superado todas las adversidades y se ha graduado como bacterióloga, un logro que llena de orgullo a su familia y comunidad universitaria. Sin embargo, su historia no termina aquí. Jannina tiene planes ambiciosos para el futuro. Su próxima meta es seguir estudiando un posgrado en la Universidad de Córdoba para continuar expandiendo sus conocimientos en el campo de la bacteriología.

Además, tiene un sueño aún más grande: establecer su propio negocio de emprendimiento centrado en sándwiches. Su habilidad para crear sándwiches únicos y deliciosos ha demostrado ser una fuente de inspiración y apoyo para otros. Jannina espera un día emplear a otros estudiantes que, como ella, necesitan un impulso financiero para perseguir sus sueños académicos.

La historia de Jannina García es un testimonio del poder de la determinación, el sacrificio y el espíritu emprendedor. Su dedicación a la educación, su familia y sus metas personales sirven como un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más difíciles, el éxito es alcanzable cuando se combina el deseo con la acción.


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