Por su presunta vinculación con más de 30 casos de ejecuciones extrajudiciales en Huila, dos generales activos del Ejército Nacional, deberán acudir ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) a rendir cuentas.
Se trata del mayor general Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, quien es director del Comando de Educación y Doctrina del Ejército Nacional, y el mayor general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, comandante de la Segunda División del Ejército.
Según las investigación que adelanta la justicia transicional, los altos oficiales comandaron un batallón de la institución castrense en el departamento del Huila, en el que se perpetraron por lo menos 34 muertes ilegítimamente, que corresponderían a casos de ‘falsos positivos’.
Ambos generales fueron recientemente ascendidos, a pesar de los reclamos que emitió en ese momento la organización internacional Human Rights Watch por algunos de los casos por los que hoy la JEP llama a versión voluntaria a ambos oficiales.
En su momento, José Miguel Vianco, directo de HRW, alertó que el general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo fue ascendido, pese a que, entre octubre de 2006 y abril de 2007, Pinto comandó el batallón Anastasio Girardot, que según Fiscalía sería responsable de 23 presuntas ejecuciones en 2006 y 22 en 2007.
El llamado de los militares se da en medio del proceso que adelanta el tribunal de paz por los falsos positivos que se registraron en Colombia, en el que se tuvieron en cuenta las versione de otros militares que comparecieron ante la Sala de Reconocimiento.