Hasta el día de hoy había evitado comentar sobre el crimen pasional cometido por un tal Daniel Sancho, ciudadano español hijo de actor célebre de ese país, quien de manera increíblemente brutal mató y descuartizó a un cirujano gay de Montería llamado Edwin Arrieta, en Tailandia.
Y no había dicho nada porque los crímenes pasionales, sean de gays o sean de “straights”, no es lo mío. Yo soy bastante consciente del apasionamiento de los gays para todas sus cosas, y su sevicia al sentirse heridos no me es del todo desconocida. De hecho, el caso de Daniel Sancho podría tener un antecedente fílmico en “El Silencio de los Inocentes” (1991), la película que le valió un Oscar a Anthony Hopkins en su papel de Hannibal Lecter.
Para decirlo honestamente, los dramas gays no son lo mío, sean sanguinarios o no.
Pero, ahora, la historia en España está tomando otro rumbo, y este rumbo que está tomando en la península Ibérica si me interesa, y mucho.
Resulta que dizque ciertos medios españoles han estado tratando de lavarle la cara a Sancho, al tratar de presentar al cirujano Arrieta como un “gay malvado que se merecía el descuartizamiento”, o el “gay enamorado que acosó a Sancho hasta provocar que este último perdiera la paciencia y lo matara”. El hecho de que Sancho sea de buena familia, rubio, bien parecido e hijo de actor famoso, también ayuda en la intención de estos medios retorcidos de tratar de lavarle la cara al asesino y descuartizador. En España, simplemente, no aceptan tal grado de sevicia en el crimen, no les parece que un español del siglo XXI pueda ser tan atroz.
Quizá es difícil comprender cómo un español del siglo XXI, de buena crianza, pudiera ser tan vil, pero no es difícil comprender como un español del siglo XVI, conquistando America, pudiera ser capaz de algo similar, ¡Y ESE ES EL PUNTO DE TODO ESTE ESCÁNDALO!
El problema con el que se enfrentan los españoles en este caso es que, Sancho, al cometer semejante crimen tan atroz, está REVOLVIENDO EL RECUERDO LEJANO DE LOS CRÍMENES COMETIDOS POR LOS ESPAÑOLES EN AMERICA DURANTE LA CONQUISTA.
Sancho ha cometido un crimen imperdonable: ha matado y descuartizado a un americano morenito como lo hicieron sus antepasados de hace 5 siglos, reviviendo toda la historia de la LEYENDA NEGRA ESPAÑOLA, su brutalidad, su inagotable criminalidad, y la sociedad española está avergonzada de que este Playboy hispano la haya traído de vuelta. El crimen de Sancho no es tanto el asesinato, es el ATAVISMO que representa, pues eso es lo que este crimen representa, un atavismo. Sancho no es un español del siglo XXI, es uno del siglo XVI, un Cabeza de Vaca, un Pizarro, un Lope de Aguirre. Un animal salvaje que mata indios y se los come. Ese es el verdadero crimen de Sancho, haber desatado al conquistador español brutal que mata, descuartiza y canibaliza a su víctima. Lo de cacorro, extorsionista e incluso asesino es lo de menos. Es la descuartizada, la sevicia primitiva, la brutalidad hispánica, la leyenda negra. Sancho como validador de la detrimental “Leyenda Negra Española”. El señorito español convertido en Lope de Aguirre, ese es el problema…
Por eso le lavan la cara a Sancho en España. Le están lavando la cara a Lope de Aguirre, 500 años más tarde…
El problema con los españoles es que, así se civilicen, siempre hay algo brutal que permanece en ellos y que nunca se podrán sacar. Se les nota en la mirada…Los españoles tienen algo que se les ve en los ojos que dice “muerte”. Ya lo decía el gran Curzio Malaparte: “el carácter fúnebre de los españoles”, refiriéndose al escritor español Agustin de Foxá…
Es cierto lo que decía Curzio. No solo son fúnebres, también tienen alma de descuartizadores, es solo que lo esconden muy bien…