Me pregunta mi buena amiga de Cartagena Angelina Cassalins sobre un tema que se me había quedado en el tintero, que es la última canción de Carlos Vives “Eso es mondar”, la cual, lleva un título “encubierto” para la muy costeña expresión “Eso es mondá”.
Primero que todo, quiero aclararles a los escrupulosos cachacos que en la Costa nos sentimos muy orgullosos de esta expresión, y que para nada nos sentimos mal que dizque porque es “una vulgaridad”. Nuestra habla gruesa del Caribe tiene un linaje viejo y glorioso del cual no tenemos que dar explicaciones. Los italianos tienen su “cazzo”, los españoles su “cóño”, los franceses su “putain”, y nosotros tenemos nuestra “mondá”, a mucho orgullo.
Lo que yo me he dado cuenta es que, el indio, en general, es bastante reservado cuando se trata de lenguaje coloquial malhablado. En México, por ejemplo, un país de una cepa indígena mayoritaria, decir “culo” o “tetas” está casi que, prohibido, se sonrojan cuando oyen estas palabras. Y algo similar sucede en Ecuador, Perú y Bolivia, países más recatados a la hora de lanzar epítetos de grosso calibre. Un “concha de su madre” nunca igualará a un mondacazo, ¡jamás!, y solo el “cazzo” italiano y el “coño” hispano entran en esa categoría especial en donde se encuentra la “mondá” …
Ya entrando de lleno en la canción, el tema de Carlos Vives es, musicalmente hablando, otra versión de la misma canción que lleva cantando ese man hace 25 años. El inspirador para la música se le averió en 1997, y ya más nunca volvió a sacar algo original, lo cual me parece lamentable, aunque la letra de la canción es jocosa y pasa el examen.
Creo que la intención de Vives es marcar algunos puntos en el próximo carnaval de Barranquilla y poner a toda a Colombia a gritar “¡Eso es mondá!”, incluyendo a cachacos, los que cada vez se van acostumbrando más a la palabreja en cuestión, por lo que he podido notar en años recientes.
Y la verdad, la palabra “mondá” si hace falta en nuestro vocabulario colombiano con tanta vaina que pasa en nuestro país. Será gruesa y dizque plebe, pero tiene poder sintético. Alex Char se trata de tumbar el presupuesto de los Juegos Panamericanos, y uno de inmediato se indigna: “¿Viste esa mondá?”. Barbosa dice que Petro es otro Pablo Escobar, y uno dice “¡Qué cachaco para hablar mondá!”, y ya todo el mundo sabe que ese hijueputa se pasó de embustero. Al man del Country Club de Barranquilla lo cogen en un trío con su mujer y una moza, y uno dice “¡Ese man es la mondá!” y todo el mundo entiende que se trata de una proeza sexual.
En resumen, nuestra “mondá” es el equivalente del “coño” hispano-cubano, un epíteto que sirve para todo.
Y sus variantes también ayudan. Un “mondacazo” puede ser una sesión fuerte de sexo, como también un golpe duro de asimilar. Un “¡Fuera mondá!” o un “¡qué ni que mondá!” es una expresión de incredulidad. Un “¡Vete a comer mondá!” es una expresión de situación límite. Alguien etiquetado como la “¡Mondá herida!” es alguien muy capaz en un campo u oficio; y alguien que se “cree la mondá” es alguien que es un “exhibido”, un “fantoche”. Y, por supuesto, “hablar mondá” es la frase precisa para el charlatán, embaucador o mentiroso.
Y si alguien es etiquetado como un “cabeza de mondá”, ese individuo es un “cretino” un “idiota” o un pretensioso insoportable.
Petro, por ejemplo, es “la mondá”, lo que es ser alguien muy capaz; pero Uribe es un “malvado cabeza ‘e mondá”, lo que significa ser bastante malo.
En resume, la “Scheiße” alemana, el “salope” francés y el “fuck” anglosajón carecen de la versatilidad, convertibilidad, flexibilidad y multiplicidad de significados que posee nuestra gloriosa “mondá”, y de eso deberíamos estar orgullosos y agradecidos.
Ya no se trata tanto de legitimar la expresión, que en el Caribe ya está totalmente legitimada, sino de convertirla en una expresión de uso nacional. Eso se logrará el día que nuestros compatriotas pastusos, en un ataque de furor en su próximo carnaval, digan a todo pulmón y sin los remilgos de su pudor indígena: “¡Compadrito, ¡qué carroza tan la mondá esa que acaba de pasar!” …
Ese día la mondá será la “mondá” ….