Por: José Iriarte Díaz
Para nadie es un secreto que el Parque Santander de Sincelejo se ha convertido en un lugar propicio para todo, menos para que las familias disfruten sanamente de él.
Y hechos como el ocurrido este fin de semana lo confirman. Una persecución a un hombre terminó adentro del emblemático templo y alteró la tranquilidad del lugar sagrado.
El hecho sucedió cuando las puertas del lugar estaban abiertas a la espera de la misa de 12:00, los feligreses que habían llegado vieron cómo un hombre robusto y descamisado irrumpía desesperado para intentar evadir a otros que lo perseguían.
Curiosos y fieles quedaron despavoridos al ver lo que consideraron un irrespeto a Dios. Pronto llego la Policía y controló la situación, que quedo grabada en foto
Testigos aseguraron que el hombre descamisado fue señalado de ladrón y que por eso huía. Otra versión ciudadana indica que había tenido una discusión en un establecimiento comercial cercano.
La Policía informó que no existe una judicialización en contra del señalado delincuente.
Por situaciones como esta y otras parecidas, la policía intensificó desde hace meses la vigilancia a la catedral tanto adentro como afuera, en especial los fines de semana, cuando la participación de los católicos en los oficios religiosos es mayor.
Esta no es la primera vez que los feligreses ven violada su tranquilidad y su sana estadía ahí. Casi semanalmente hay riñas cerca del templo madre de la Diócesis de Sincelejo, alrededor del cual prolifera la contaminación ocasionada por quienes usan las paredes como baño público, así como el irrespeto de quienes lo utilizan como estadero para tomar licor o sostener citas íntimas y hasta actos obscenos como masturbación.