Sin importarle un bledo la pandemia o el dolor de las muertes de los magdalenenses por los estragos de la presencia del virus mortal en este Departamento, los viudos y huérfanos de poder del Magdalena, no han dado tregua durante todo un año en su tarea maléfica, que ellos llaman «oposición», para desprestigiar hasta con mentiras y armarle toda una mala atmósfera a la administración del actual gobernador por el solo hecho de que los alejó del poder desde el pasado 27 de octubre del año 2019.
Antes por el contrario, han intensificado sus malas intenciones siempre con el apoyo del gobierno nacional del Centro Democrático y con el que se aliaron por el simple hecho de compartir intereses comunes de seguir explotando y saqueando los dineros de la Salud de este pueblo y a la que no quieren soltar por nada del mundo.
La estrategia maquiavélica ha consistido incluso en achacarle los muertos de la pandemia a los gobernantes, como si en esta región el virus fuera independiente al que ha atacado al resto de la humanidad. O como si las desgracias de la pandemia en Santa Marta y solamente en Santa Marta, fuera culpa del Gobernador y la alcaldesa, mientras que en el resto de los municipios del Departamento, del país y en todas las naciones del mundo entero, la culpa si es del virus.
Y es que las falacias caprichosas de los viudos y huérfanos de poder del Magdalena para obstaculizarles las gestiones al gobernador Carlos Caicedo y a la alcaldesa Virna Johnson han llegado hasta el punto de inventarse historias con el único propósito de buscar titulares en la prensa nacional y generar así el caos dentro del caos, el mismo que viene causando la pandemia por el coronavirus.
Un acto demencial y delincuencial que por fortuna la inmensa mayoría de los magdalenenses e incluso los colombianos, se han podido dar cuenta por ellos mismos, ya que sus mentiras se han caído por sus propios pesos o se han desvirtuados solitas. Como sucedió con las supuestas amenazas a unos periodistas aliados a esos viudos de poder del Magdalena. Cuya historia se derrumbó apenas el ELN desde la Habana, grupo al cual señalaron como responsable, desmintió con el argumento de que ellos no amenazaban a periodistas.
Los viudos de poder del Magdalena no son más que las familias que siempre habían estado en el poder del Magdalena, hasta el 27 de octubre de 2019 y a las cuales el gobernador Carlos Caicedo desterró del poder y a las que suele llamarlas clanes. ¿Qué es un clan?
El Español tiene dos definiciones al respecto. La primera dice que es un grupo social formado por un número de familias que descienden de un antepasado común, real o mitológico, y que reconocen la autoridad de un jefe; tiene su origen en sociedades primitivas o rurales. Y el segundo manifiesta que es un grupo de personas unidas por un interés común o una misma profesión.
En el caso de Santa Marta, ese grupo o clan maquiavélico sin duda tiene un interés común ya descrito arriba, pero no tiene un solo jefe sino varios, ya que son dos o tres clanes unidos por un objetivo común: Defender lo que siempre habían ostentado por 200 años, el poder del departamento del Magdalena que ahora el actual Gobernador les quitó, aunque no fue él sino el pueblo que por fin despertó de su letargo.
Ahora, a un año de la existencia de la pandemia en Santa Marta, Magdalena, Colombia y todo el mundo, esos viudos y huérfanos de poder del Magdalena han vuelto a intensificar sus falacias que llaman «oposición», con noticias mentirosas y acciones incluso judiciales inocuas, solo para intentar de demostrar lo que todo el pueblo magdalenense sabe que no está sucediendo con el gobernante del departamento y la alcaldesa de su capital, porque todo el mundo sabe las intenciones de los viudos y huérfanos de poder del Magdalena, ya que no en vano los soportaron por 200 años en el poder.