El Gobierno del presidente Gustavo Petro designó a Lena Estrada Añokazi como la nueva ministra de Ambiente, convirtiéndola en la primera mujer indígena en ocupar este cargo en la historia de Colombia. Su nombramiento, efectivo a partir de marzo de 2025, podría estar reflejando el compromiso del Ejecutivo con la participación de los pueblos indígenas en la agenda climática y ambiental del país.
Estrada, perteneciente al pueblo Uitoto Mekana y originaria de La Chorrera, en el Amazonas, es politóloga de la Universidad Nacional, con estudios de maestría y doctorado en sostenibilidad en la Universidad Politécnica de Cataluña. Su trayectoria ha estado marcada por una activa participación en negociaciones internacionales sobre cambio climático y biodiversidad, así como en la defensa de los derechos territoriales de las comunidades indígenas.
A lo largo de su carrera, ha trabajado con organizaciones como la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) y la Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac). Además, ha asesorado políticas de ordenamiento territorial y sostenibilidad en cooperación con organismos como la Unesco.
En el sector público, Estrada ha ocupado cargos en la oficina de Asuntos Indígenas de la Gobernación del Amazonas y en la Dirección de Etnias del Ministerio del Interior. En 2022, se vinculó al Ministerio de Ambiente como consultora en temas de educación ambiental y participación ciudadana. Posteriormente, en 2024, se convirtió en la primera mujer indígena en dirigir la Academia Diplomática ‘Augusto Ramírez Ocampo’, fortaleciendo la representación étnica en la política exterior del país.
El liderazgo de Estrada en la cartera de Ambiente llega en un momento crítico para la Amazonía, una región que enfrenta una creciente deforestación y cuya protección es fundamental para la estabilidad climática global.
Entre sus principales retos está la implementación del decreto que otorga a las autoridades indígenas facultades en la gestión ambiental de sus territorios, una medida que ha generado debates sobre su aplicación y posibles implicaciones en actividades extractivas.
Además, su gestión coincidirá con eventos clave en la diplomacia ambiental, como la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP30), que se celebrará en Belém do Pará, Brasil. Su experiencia en espacios multilaterales será crucial para fortalecer la presencia de Colombia en estos escenarios y para avanzar en políticas que integren el conocimiento tradicional indígena con estrategias de conservación.
El nombramiento de Estrada también podría estar respondiendo a la línea del Gobierno Petro de incluir a líderes indígenas en altos cargos, como ya ha ocurrido con la embajadora ante la ONU, Leonor Zalabata, y el viceministro de Agricultura, Polivio Rosales.
La designación de una ministra proveniente de la Amazonía subraya la prioridad del Ejecutivo en la lucha contra la crisis climática y el reconocimiento del papel de los pueblos indígenas en la preservación de la biodiversidad.
Organizaciones ambientales y líderes indígenas han celebrado su llegada al Ministerio, destacando su formación académica, experiencia en política ambiental y capacidad para articular el conocimiento ancestral con los desafíos globales. Sin embargo, también deberá demostrar su capacidad de gestión en un sector donde la implementación de políticas enfrenta resistencias y desafíos estructurales.
El 2025 será un año determinante para la agenda ambiental de Colombia y para la gestión de Lena Estrada, quien asume el reto de consolidar avances en protección del territorio, diplomacia climática y participación comunitaria en la toma de decisiones. Su liderazgo en el Ministerio de Ambiente marcará un precedente en la historia del país y en la reivindicación de los derechos indígenas en el ámbito de la política pública.