Gran alegría en las toldas petristas porque Poncho Zuleta “volteó la arepa”, de acuerdo a una dedicatoria que le lanzó en parranda al hijo de Petro, Nicolás, en días recientes. Según un vídeo explícito que circula por ahí, este icono del vallenato estaría cambiando de bando y enterrando su pasado paramilitar, para pasarse al toldo petrista. “Me saludas a tu papá” le dijo a Nicolás Petro este juglar que, tan solo poco más de una década antes, cantaba con fervor un estribillo que decía “¡viva la tierra paramilitar!”
La llegada de Poncho se suma a la llegada del Pastor Alfredo Saade, que de “aleluya Uribista” también ha pasado a petrista en días recientes, causando aún más conmoción que la volteada de arepa de Poncho.
Y no es tanto los personajes, sino lo que representan.
El primero, Poncho, un icono del vallenato de nuestro tiempo que de alguna manera encarna el sentir y la idiosincrasia de toda una región que va, del Cabo de la Vela, hasta Aguachica.
Con Poncho volteando la arepa, la antigua tierra del Ñeñe Hernández podría pasar a manos de Petro en bloque, creando una conmoción sin precedentes en las huestes de la centro-derecha.
Y en el caso del Pastor Saade, otra volteada de arepa, pero, esta vez, de otro segmento codiciado dentro del electorado colombiano: la creciente población de evangélicos.
Francamente, yo no creo que estás dos volteadas de arepa sean por simples intereses políticos. Creo, honestamente, que existe un desgaste del Uribismo que ya hasta los mismo uribistas están sintiendo.
El Uribismo regresó al poder en el 2018 para montar una empresa criminal, para retorcer las instituciones, y para saquear las arcas del estado a través de una corrupción sin precedentes en la historia de Colombia. Los robos del Uribismo se miden en billones de pesos hoy por hoy, algo que le hace agriar el rostro hasta al ganadero más enfermo por Uribe.
Y lo que se está cayendo no es el Uribismo únicamente, es todo el país mafioso de otrora. Ya los colombianos se empezaron a dar cuenta que un estado socialista y progresivo es un mal menor comparado con el país mafioso que encarna Uribe, un país hecho de asesinatos, coca y corrupción.
Uribe le debe todo a la guerrilla. Sin la guerrilla, Uribe y su combo no son otra cosa que un cartel de traquetos. Por eso no querían la paz, no querían que nadie les viera sus caras de traquetos.
Yo, personalmente, espero en los próximos meses una cascada de adhesiones parecidas a las de Saade y Poncho. A las toldas petristas van a llegar ex-paramilitares, ex-militares, conservadores, cristianos, sirio-libaneses, judíos, e incluso ganaderos. José Félix Lafaurie no va a llegar, ni su arpía mujer tampoco, pero creo que veremos el aterrizaje en las huestes petristas de pequeños ganaderos y pequeños agricultores rebotados de tanta infamia Uribista.
Y la incapacidad de Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo de morderle votos a Petro no va a hacer más que acelerar la llegada de todas estas “arepas” cambiadas de bando. Hasta el Uribista más hijueputa es consciente que este gobierno ha sido la tumba del Uribismo. Iván Duque va a llevar a Petro a la presidencia, de la misma forma que Pastrana nos llevò a Uribe, con la diferencia que ahora no estamos entrando en una era oscura, sino saliendo de ella.
La estocada final al Uribismo no se la va a dar Poncho. Se la va a dar el “Mono” Mancuso cuando este endose la candidatura de Petro, van a ver ustedes.
Los únicos que se van a quedar defiendo a Uribe van a ser los militares, hoy por hoy, los individuos más idiotas de Colombia.
Y no lo van a hacer por convicción, sino por solidaridad criminal, es decir, para cubrirse mutuamente las espaldas en la cuestión de los falsos positivos.
Ambos, tanto Uribe como los militares, confían en que, a último momento, los americanos van a venir a su rescate.
Pero no van a venir. Los americanos hacen “hedging” para todo, hasta que se dan cuenta que las probabilidades son muy marcadas a favor de un candidato, y yo creo que ya ellos ven que este asunto está decantado en contra de Uribe. Los americanos no son dados a montarse en caballos perdedores, lo último que van a buscar es que se levante la cortina y el mundo los coja con el culo afuera.
Allá usted si aún creen que “Juanito” Gaviria va a quedar de Presidente. Y con Juanita Goebertus sacándole la piedra a todo el mundo en esa campaña, todavía menos.
“Se volteó la arepa”, dijo Poncho, pero yo creo que se quedó corto.
En los próximos 5 meses van a entrar en las toldas petristas 3 tractomulas mensuales cargando bultos de Promasa.
Colombia empieza a vomitar Uribismo. Nuestros pobres estómagos, en estos momentos, sola aceptan arepas “volteadas”.
Y lo bueno de esos “cambiazos” es que, entre más lleguen, más se reducen las posibilidades de que lo maten.
Habrá el que crea que Petro es un simple político clientelista dispuesto a transar con el que sea. Yo creo que él está viendo quién más se le pega, y así, poder seguir viviendo.
Eso de vivir en un estado permanente de “High Noon” tiene que ser teso…