Sigue el plomo bajito en Cartagena por cuenta de la guerra de los «peces gordos». En tanto que las autoridades policivas desatan una eficaz persecución contra las bandas criminales del país y, particularmente, en Cartagena, en el bajo mundo se desarrolla otra guerra mucho más sangrienta. ¡Cartagena está bajo el imperio del terror! Después del sábado sangriento, hoy se produjeron tres homicidios.
En efecto, la guerra de los «peces gordos» por el control del negocio del narcotráfico, el microtráfico y la extorsión cobra más víctimas y contribuye al clima de inseguridad de la ciudad. Pero cada caída de un «pez gordo» incentiva la guerra en el inframundo del narcotráfico.
Vea los «peces gordos» quieren volar
Uno de «peces gordos» es Alexander Simanca Cabrera, alias «Simanca» o «Don José», jefe del Clan del Golfo en la Costa Caribe y el Magdalena Medio. Este sujeto había sido encargado como sucesor por Dairo Antonio Úsuga «Otoniel» y Juan José Valencia Zuluaga «Falcon» antes de que fueran capturados.
Según la policía nacional, 24 capturas se dieron en este mes de marzo contra el crimen organizado. De los capturados, 10 son extraditables pertenecientes a las estructuras que lideraba alias «Otoniel» en la Costa Caribe y el Magdalena Medio. El comandante de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas Valencia, dijo:
«Simancas hizo parte del Bloque Héroes de los Montes de María de las Autodefensas, del cual se desmovilizó el 14 de julio de 2005; no obstante, siguió delinquiendo y fue así como llegó a ser el cabecilla de la extinta y temible banda criminal “Los Paisas”. Fue nuevamente capturado el 13 de julio de 2009 pero quedó en libertad en 2016, cuando se unió a las filas del Clan del Golfo ya con un perfil marcado hacia el narcotráfico.»
Comunicado de la Policía Nacional
Según la investigación de la Policía, Alexander Simanca tenía 250 delincuentes bajo su mando, 23 de los cuales fueron capturados en esta misma operación, denominada Morgan. Los agentes policiales con el apoyo de la DEA realizaron allanamientos, búsquedas por techos y por caletas, en la tierra y en el mar.
El plomo bajito
Entre tanto, en los barrios extramuros de Cartagena el plomo sigue bajito. El homicidio más frecuente es el de por encargo, el cual se popularizó con la palabra de sicariato.
Hoy fueron asesinadas varias personas. Una de ellas es Eduardo González Valdez, conocido en el bajo mundo con el alias de «Chicho». Él recibió varios impactos de balas en el barrio La Esperanza, calle Benjamín Herrera. La víctima tenía varias anotaciones policivas. Algunos de sus antecedentes se pueden citar delitos como hurto, porte ilegal de armas y fuga de presos.
El plomo sigue bajito en Cartagena. La policía realiza las megatomas. Caen delincuentes que se reproducen como verdolaga. Pero Cartagena de Indias es caldo de cultivo para que la delincuencia y el crimen organizado prosperen. ¿Qué hacer?