Este año el Festival vallenato en su 56 versión es en homenaje al “Pollo Vallenato”, Luis Enrique Martínez, al cumplirse su centenario. Para ello la fundación vallenata, que organiza el festival número uno a nivel nacional e internacional ya todo lo tiene organizado para que este año, el festivallenato sea como siempre exitoso en su esencia como son los diferentes concursos, en los espectáculos musicales, donde ambos eventos atraen a miles de turistas de Colombia y del mundo, que dejan a Valledupar- la capital mundial del vallenato- miles de millones de pesos, lo que genera la reactivación de la economía vallenata.
Luis Enrique Martínez (El Pollo Vallenato), quien no obstante ser guajiro de nacimiento, 24 de febrero 192 3 (El Hatico de Fonseca) se maduró musicalmente en Fundación, Magdalena y aunque inicialmente tuvo una acentuada influencia de Pacho Rada, posteriormente sucumbió bajo el encanto de la música alegre que florecía en el Valle de Upar y enarbolando esta bandera folclórica llegó a ser uno de los más auténticos exponentes del género vallenato.
Su primera composición en aire de son e inédita para muchos la tituló “Soy el vallenato” y fue grabada a finales de los años cuarenta en acetatos no comerciales hoy perdidos en el tiempo: Observemos algo de su letra: Yo soy Enrique Martínez me llaman el vallenato yo tengo un cariño firme también un bonito trato.
A comienzos de los años cincuenta eran frecuentes las correrías de Luis Enrique por los rincones del viejo Bolívar y allí en la población El Guamo, un nutrido grupo de amigos parranderos armaban un verdadero alboroto cada vez que él los visitaba regando la noticia en el pueblo: llegó el vallenato, llegó el Pollo Vallenato. Fue esta la motivación que originó su más célebre composición el paseo “El pollo vallenato”. Oigan muchacho, yo soy Enrique Martínez que nunca tiene miedo si se trata de tocar Luis Martínez es el “El Pollo Vallenato” y es candela lo que van a llevar oigan muchachos, oigan la nota como toca el vallenato.
Más adelante él ratifica nuevamente su condición de juglar vallenato según podemos observar en el merengue “Saludo cordial”: «Si fueres para el Difícil y vas a llegar a Plato llévale este papelito que le mando a Castro Peña y de boca me le dice que muy pronto el vallenato lo visitará de nuevo en esa querida tierra». El Pollo Vallenato le dio forma al vallenato tradicional definiendo los patrones rítmicos y melódicos que se han hecho hegemónicos reinando como el más cimero juglar de todos los festivales vallenatos que hoy alegran a Colombia entera.
Oigan muchachos, oigan la nota como toca, el vallenato. En una charla informal con mi compadre José Carreño Bolaños, médico y muy amigo de Luis Enrique Martínez, amistad que surgió a través de su padre Carreño, quien poseía una finca platanera en San Roque, cuando hacia su internado y ya saliendo de turno, le avisaron que ahí se encontraba Luis Enrique Martínez muy enfermo, el acudió a verlo, ya la diabetes le tenía afectado una pierna, lo saludó y lo encontró casi de lastima y sin un peso. El médico Carreño habló con el gerente del hospital y le contó la situación del juglar y logró que con costos del hospital fuera internado Luis Enrique Martínez. Ya en una habitación, José lo evaluaba de manera diaria y ahí entablaban tertulias diarias de su vida. En una de esas tertulias amenas, le expreso: «Soy un cultor de la escuela de Chico Bolaños, aprendí de Chico y soy de su estilo”.
Le expresaba también que se vino con su mamá a la zona bananera y trabajaba en labores del campo. Una vez se encontró con otro juglar como lo fue Abel Antonio Villa y este le manifestó que se dedicara al acordeón, que ese era su arte. Él le hizo caso y de ahí surge la amistad con otro grande del vallenato, como lo fue Tobías Enrique Pumarejo, quien se lo llevó a vivir a su finca ganadera en el Copey y fue cuando se convirtió en el acordeonero de todos los ricos de la zona. En todas sus grabaciones musicales siempre incluía temas de Tobías Enrique Pumarejo.
Luis Enrique Martínez está catalogado como el mejor acordeonero de todos, es decir como el papá de los acordeoneros, así lo afirma sin ambages Emilianito Zuleta Díaz, de su escuela hacen parte Alfredo Gutiérrez, Miguel López, Colacho Mendoza, Emilianito Zuleta, Cocha Molina, entre otros compañeros Luis Enrique Martínez Argote es inmenso que influenció con su estilística a la región del Bolívar Grande. Calixto Antonio Ochoa Campo me dijo: «yo me guie por el estilo de Luis Enrique Martínez», «Todos fuimos al bebedero de Luis Enrique», eso me dijo Alfredo de Jesús Gutiérrez: Félix Carrillo Hinojoza. A pesar de su grandeza musical murió en la miseria en Santa Martha en marzo del año de 1995.Siendo presidente del festival del retorno, el reconocido compositor fonsequero Luis Francisco «Geño» Mendoza Pitre, logró con la anuencia de la viuda Rosalbina y sus hijos, traer sus restos al Hatico, su lugar de nacimiento y donde reposan en un mausoleo, que le construyó el alcalde de la época. Cuenta «Geño» Mendoza que, en este periplo, desde su salida de la capital samaria, fue recibido por los reyes y rey de reyes del festival vallenato en Valledupar y le rindieron todos los honores al rey Luis Enrique Martínez y mejor acordeonero de la música vallenata.
Grabó en discos acordeón – discos Atlantic sello popular -discos Carrizal- discos Century- discos Eva discos Fuentes- discos Girardot discos Gran Colombia -discos Lyra discos Odeón – discos Silver – discos Tropical – La casa de los discos – Codiscos – CBS – Sony – Discos Curro. Que grande fuiste Luis Enrique Martínez. La música vallenata te debe en parte de la grandeza de tus notas y tus melodías inmarcesibles que se oyen en lontananza en tu tierra querida. Loa por siempre al gran juglar del acordeón y de la lírica de melodías traducidas en hermosos cantos inmortales de nuestra música vernácula.