Entre el domingo 24 de diciembre y la madrugada del 25, un total de 86.369 llamadas fueron atendidas en la línea de emergencia 123 de la Policía Nacional.
La institución señaló que atendieron 2.786 casos cada hora y que de estos requerimientos ciudadanos, 5.737 fueron por riña en distintas regiones del país.
Igualmente, 3.796 fueron por perturbación a la tranquilidad, 763 por manipulación indebida de pólvora, 216 por eventos que involucran a menores de edad, 1.631 por violencia intrafamiliar, además de otros motivos.
En comparación con diciembre de 2022, los casos de siniestros viales tuvieron una reducción de 744 casos, representados en la disminución del 30% en víctimas mortales (196 casos) y del 29% en el número de lesionados (863 casos).
En términos de licor adulterado, desarrollaron planes operativos focalizados que permitieron la incautación de 17.124 botellas de licor adulterado, la captura de 10 personas por esta actividad ilegal y la destrucción de 2 fábricas clandestinas, sostuvieron.
Informaron que en cuanto a la contención del delito, durante el mes de diciembre han sido capturadas 6.234 personas por diferentes delitos, además han incautado 780 armas de fuego y 29.381 armas cortopunzantes.
Mientras tanto, en materia de comportamientos contrarios a la convivencia, durante el último mes la Policía Nacional realizó 83.667 órdenes de comparendo, de las cuales 8.515 son por reñir, incitar o incurrir en confrontaciones violentas.
De igual manera, la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional ha efectuado 15.434 comparendos, de los cuales 298 se impusieron a conductores en estado de embriaguez.
El director general de la Policía Nacional, general William Salamanca Ramírez, manifestó que se mantendrán dispositivos especiales de policía en centros turísticos, piscinas, playas, ríos y parques, lugares donde las familias colombianas se reúnen para continuar la celebración de la Navidad.
Finalmente, dispuso el sostenimiento de los controles policiales frente a la conducción en estado de embriaguez, toda vez que el análisis histórico de la siniestralidad deja entrever una tendencia de conductores que salen a los corredores viales excusados en algunas horas de sueño, desconociendo que el licor puede tardar entre 8 y 12 horas en desaparecer del organismo.
