“MICA PRIETA”: WOKE URIBISTA- Por: Felipe A. Priast-

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Antes de empezar quiero aclararles, en especial, a mis lectores afros, que yo no me considero un individuo racista y que no estoy haciendo una comparación entre Miguel Polo Polo y un mico porque este comparando a los afros con micos.
Lo que pasas es que “Mica Prieta” en verdad se parece a un miquito, independientemente de su color de piel. Esos ojitos vivarachos, esa sonrisa “Colgate”, esa excitación continúa, son gestos y rasgos de miquito excitado, y diría lo mismo si fuera rubio y de ojos azules, aunque creo que en esa caso habría sido “Mica Albina” .
Y, bueno, como el man además es gay y afro, creo que el apodo que le han dado en redes de “Mica Prieta” es perfecto.

Ya después de aclarado esto, lo segundo que quiero decir es que el show de Mica Prieta en el Congreso es un show “drag”. Esa gritería constante, esa provocación continúa, esa burla que más que “burla” es “burlesque”, es un acto de drag queens. Mica Prieta, oficialmente, es la primera representante “drag” en nuestro congreso, y la verdadera rareza de este hecho es que ese primer congresista “drag” haya venido del uribismo, ¿quién lo hubiera pensado?
¿Un negrito gay, afro, drag y burlesque en el uribismo? ¡Dios Santo!, aquí si fue verdad que el uribismo nos cogió por sorpresa. El partido de la gente más siniestra y asesina del país ha producido el primer congresista “woke” con todas las letras de Colombia, ¡wow!

Lo que la gente no ha entendido con Mica Prieta es que, la razón por la que la gente no lo toma en serio, ni siquiera cuando hace desplantes tan ofensivos como tirar el símbolo de los falsos positivos a una bolsa de la basura, es porque las realidades que lo rodean no dan para ser uribista. ¿Cómo puede ser uribista un negrito, gay, costeño, afro y burlesque como él (o ella)? Esa es la pregunta que todo el mundo se hace, y la respuesta es: “porque su vida es un acto drag casi que por definición”. Un personaje “drag” es un impostor que siendo hombre se disfraza de mujer. Igual aquí. Un colombiano “woke” que se disfraza de uribista es un “drag, es un Polo Polo, o mejor conocido por su nombre artístico, un “Mica Prieta”.

Mica Prieta hace su show periódicamente en el Congreso y en los medios porque el quiere notoriedad, porque quiere que le celebren su show drag. El (o ella) necesita de atención, necesita exhibirse y que le vean su culo apretadito, su piel aclarada con cremas, su sonrisita de mica en celo. Ustedes en la izquierda y en el Centro tibio no han entendido que Mica Prieta por lo que clama es por atención, no seguir una política fascista. Tu llevas a esa pobre criatura a un meeting de fascistas de verdad-verdad, al Batallón Azov, por poner ejemplo, una de las unidades nazis élites del ejército ucraniano, y les dices a esos curtidos combatientes tatuados con cruces gamadas y símbolos nazis que esa negrita risueña tiene la misma afinidad política que ellos y yo creo que esos nazis te pegan. Primero se mueren de la risa y luego te tiran por una ventana. ¿Quién en sus 5 sentidos puede creen que Mica Prieta es un fascista? ¡Nadie! El no esta en el uribismo por afinidad política sino por la aventura que le producía ser el bufón de hombres “duros” que el admiraba.
Dentro de los movimientos fascistas de los años 30s del pasado había muchos gays y trasvestis, y el gran Curzio Malaparte nos da un recuento bastante bueno de esto en una de sus novelas. El partido Nazi alemán estaba lleno de gays, empezando por Rohm y Hess. Y dentro de la Berlín del “debauchery” de los 20s y 30s del pasado siglo había muchos gays nazis en clubes nocturnos y prostibulos. Esas corrientes políticas fascistas de botas, uniformes, banderas y cruz gamadas siempre han atraído a hombres débiles y afeminados que ven en esos uniformes imponentes el “macho” que añoran de machucantes. Esa es Mica Prieta. Ella es uribista para estar cerca de las botas de los militares, de los camuflados, de los héroes que su patrona, Maria Fernanda Cabal, tanto elogia. Mica Prieta añora en una de sus fantasías sexuales que un sargento de un batallón anti-guerrilla, fuerte y peludo, se lo coma sin quitarse el camuflado, esa es su fantasía sexual, muy seguramente. Mica Prieta, a pesar de ser casi que la definición perfecta de lo “woke”, esta en el otro bando político por la botas, por los uniformes, por los “machos” encarnados en la secta siniestra que sigue a Varito. Mica Prieta es un híbrido entre Kunta Kinte, RuPaul y Rudolf Hess, con algo de Chita.
¡No joda!, no creo que exista nada más “drag” que esa combinación.

Yo de ustedes en la izquierda no estaría tan afectado por los shows destemplados de Mica Prieta. Si esa es la dirección que va a tomar el uribismo, yo estoy feliz con esa decisión. Por mi, que salgan más “micas prietas” en el uribismo, más “drags”, más “wokes” perdidos como ella.
De hecho, a mi me gusta la dirección que esta tomando el uribismo en líneas generales, pues todos sus cuadros más visibles son unos “chillones” estrambóticos y destemplados.
Vicky Dávila, una periodista corrupta que busca hacerse notar dirigiendo una revista que es un tiradero de mierda permanente; Miguel Uribe Turbay, quien es una especie de versión blanca de Mica Prieta y a quien deberían llamar “Mico Blanco”, pues su acto es parecido al de su copartidaria “prieta”. Mafe Cabal, quien aporta el “chillido señorial”; Paloma Valencia, el chillido esquizofrénico; el ex-fiscal Barbosa, quien aporta el “chillido” saca-la-piedra. El Uribismo de hoy no es el partido de figuras sólidas y aplomadas (aunque de vena fascista) de otrora. Este ya no es un partido de Fernando Londoños, Sabas Pretelt o incluso Juan Manuel Santos, quien fue uribista en algún momento. La nueva camada de uribistas es una camada ridícula y chillona que aspira a encontrar un “Milei” para lanzarlo a las próximas elecciones presidenciales. Cuando la ambición de un partido político es generar un “Milei” -quien es un “drag” político versión Argentina-, ya tu sabes que ahí no hay nada serio. La apuesta del uribismo para las próximas elecciones es presentar un “drag” estilo Milei, esperando que la gente crea que es un Trump.
Verán ustedes: Donald Trump se volvió un fenómeno político, no tanto porque su pelo fuera un chiste, o porque hubiera sido un personaje de televisión, o un millonario, antes de incursionar en la política. El tipo es un suceso, esencialmente, porque dice verdades anti-establecimiento que anteriormente nadie decía. Lo que lo ha convertido en presidente por segunda vez es su discurso anti-woke, anti-inmigrante, anti-liberal, un discurso que queda matizado por su personalidad y su apariencia de “show business”.
Pero los malos imitadores en Latinoamérica han creído que el éxito de Trump es el pelo anaranjado, el chillido destemplado y su conducta reprochable, entonces, los imitadores de ese modelo en Latinoamérica se han quedado con lo superficial y no con la substancia de su discurso. De ahí Milei, quien ganó por su pelo alocado, su personalidad loca y su acto ridículo de mal rockero.
Y como con eso bastó y el tipo ganó, entonces el resto de corrientes de derecha del continente han concluido que la clave es el “drag”, el show, el pelo, la conducta destemplada, la gritería reprobable. Ahí es en donde encajan Mica Prieta, Vicky Dávila y Miguel Uribe Turbay (o “Mico Blanco”).

Esta nueva dirección del uribismo yo la tomo como un test de inteligencia para los colombianos. Si alguno de estos payasos de show “drag” llega a la presidencia en el 2026, sabremos que somos aún más estupidos que los argentinos y que Latinoamérica no tiene salvación.
La gente dice que en el 2026 Mica Prieta sale del Congreso, que no sale reelegida. Estoy en desacuerdo. Les apuesto lo que quieran a que saca el doble de los votos que sacó en el 2022.
Nuestra raza, lamentablemente, es una raza superficial, y en eso tiene mucho que ver nuestro componente indígena, que es una raza superficial. Esos shows “drags” de Mica Prieta venden, hay gente a la que le gusta eso, y ella sabe eso, por eso lo hace.
Por eso es que yo recomiendo que en vez de emputarse con ella cada vez que sale con sus actos fuera de tono, hay que usar una psicología inversa. En vez de insultarla y pegarle, como hizo esa señora de las madres de Soacha, lo que hay es que celebrarle sus salidas con un toque de burla, pues eso es lo que ella busca. El acto de Mica Prieta es un acto burlesque, que busca hacer reír, así que hay que reírse con ella.
¿Que tira unas botas pantaneras en una bolsa de basura? Pues hay que gritarle: “¡Felicitaciones, mi mica bella!”, y tírale una flor en su pupitre del congreso, o un beso desde la distancia, o una bufanda de show drag.

Y la próxima vez que haga una payasada bien escandalosa, le ponen “I Will Survive”, la canción de Gloria Gaynor que oficia como himno universal de la comunidad drag, y aplaudirle su acto trasvestido. Eso es lo que ella quiere, notoriedad, aplausos, besos, flores, y un sargento peludo del ejército que se la mame.
Ella quiere llamar la atención, que todo el mundo en Tolú que la despreciaba de pelada(o) vea que ella es ahora famosa.
Así, poco a poco, Mica Prieta pasará a convertirse en el rostro del uribismo, y todos saldremos ganando con esa estigmatización…

¡Cipote transformación la del Uribismo! De Vicente Castaño a Mica Prieta en menos de 20 años. Eso para mi no es motivo de empute, es motivo de celebración…

¡Sigue adelante con tu show, mi Mica Bella, no te detengas que tus fans queremos más de tu drag !


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