En una jornada atípica, en la que se impusieron nuevas ‘reglas del juego’ y rigurosas medidas de seguridad y transparencia, el Senado de la República eligió a Miguel Efraín Polo como magistrado de la Corte Constitucional, con lo que suplirá la salida de Antonio José Lizarazo, que a partir de febrero de 2025 dejará de pertenecer al alto tribunal. Con ello, se dirimió una intensa disputa que generó una tormenta mediática, ante los señalamientos de presunto fraude.
Con un total de 57 votos, frente a sufragios de 47 de su contendora, Claudia Dangond, el nuevo integrante del órgano de administración de justicia en Colombia, encargado de defender la Carta Magna, fue escogido. En el proceso participaron un total de 104 legisladores, que depositaron su tarjetón. Con respecto a la sesión del lunes 18 de noviembre, cuando quedaron empatados a 50 votos, Polo logró sumar tres respaldos que tuvo Dangond y adicionar cuatro más a su designación.
“Quiero agradecerle al Consejo de Estado por haberme ternado a esta dignidad y al Congreso, especialmente a ustedes, por haberme designado como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, e igualmente quiero hacer una defensa férrea de lo que es la Corte y cada uno de los magistrados, quienes le han dedicado toda su vida y entrega, su objetividad e independencia a la defensa de la Constitución Política”, expresó Polo al momento de tomar posesión de su cargo.
Es decir que, en una noche, cuando Dangond partía como principal favorita para llegar al alto tribunal, la aspirante de los partidos de la oposición como Centro Democrático, Cambio Radical y el Conservador, sumado a apoyos individuales de otras colectividades, como el de Angélica Lozano, del partido Alianza Verde, y otros más, perdió la contienda. Un duro golpe para las colectividades contrarias al Gobierno, que acusaban a funcionarios Petro de hacerle ‘lobby’ a Polo.