A partir de octubre de 2025, las regulaciones de seguridad para motos en diversos países experimentarán un cambio significativo con el objetivo de reducir accidentes y mejorar la seguridad vial. Estas medidas están enfocadas principalmente en la incorporación obligatoria de sistemas de frenos más avanzados, como el ABS (Sistema de Frenos Antibloqueo) y el CBS (Sistema de Frenos Combinados), en motocicletas de baja y mediana cilindrada.
La implementación de estos sistemas será obligatoria para garantizar una mejor respuesta en situaciones de frenado, disminuyendo así los accidentes relacionados con la falta de control durante paradas repentinas.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial indicó que con el propósito de mejorar la seguridad de los actores viales del país desde el componente de vehículos seguros, el Ministerio de Transporte, con el apoyo y el trabajo técnico de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), se adoptó el primer reglamento técnico que exige que las motocicletas nuevas que se comercialicen o ensamblen en el país estén equipadas con sistemas de frenado certificados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o aprobados por el estándar de Estados Unidos Federal Motor Vehicle Safety Standards (FMVSS)”.
Para motocicletas con un cilindraje superior a 150 cc, la normativa será más estricta. A partir de octubre de 2025, todas estas motocicletas deberán contar obligatoriamente con frenos ABS. Las motocicletas de mayor potencia son más rápidas y suelen ser utilizadas en vías más transitadas o a altas velocidades, por lo que el sistema ABS es fundamental para evitar accidentes graves.
Este sistema permitirá a los conductores frenar de manera más segura, incluso en superficies resbaladizas o bajo condiciones climáticas adversas, lo que reducirá drásticamente el número de accidentes fatales asociados con la pérdida de control en motocicletas de alta cilindrada.
El sistema antibloqueo de frenos ABS evita que una o las dos ruedas se bloqueen y patinen, lo cual puede provocar la pérdida de control del vehículo o la caída del motociclista. Este sistema funciona midiendo la velocidad de giro de cada rueda, la presión ejercida a cada uno de los frenos e incluso, la inclinación de la motocicleta. Así puede predecir cuándo se va a bloquear una rueda y modular el frenado para mantener la tracción con el suelo y la estabilidad.