MINUSVÁLIDOS SEXUALES- Por Felipe A. Priast

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Yo leo las noticias sobre Petro y Colombia y no puedo dejar de pensar que somos unos “minusválidos” en temas sexuales, unos seres limitados.

Anuncia el caricaturista “Matador” que el candidato Gustavo Petro va a ser “víctima de un escándalo sexual” a manos del infame J.J. Rendón, que más que asesor político es ficha de la CIA.

“¿Escándalo sexual?”

Exactamente, ¿eso qué será?

¿Qué Petro tiene moza?, ¿qué tiene “mozo”?, ¿qué le gusta cierta posición en especial?, ¿qué le gusta la ’cuña’?

Yo hago estas preguntas porque pareciera que el tema del sexo aún causa impacto dentro del electorado en Colombia. La alcaldesa de la principal ciudad del país es lesbiana, pero en Colombia aún parecemos medio embrujados con la idea de una “desviación sexual”.

¿Alguien me podría explicar qué es una “desviación sexual”?

Y de manera conversa, ¿alguien me podría explicar en qué consiste una sexualidad “ortodoxa”?

Si yo tengo un par de esposas y el uso con mi pareja (del sexo que sea), ¿estoy incurriendo en una desviación?

¿Y si tengo un juete, también soy un desviado sexual?

¿Y si me gustan los tríos, soy un desviado?

De manera conversa, quisiera establecer los límites del sexo “convencional” u “ortodoxo”.

Vamos a hacer un ejercicio. Sexo convencional es:

  1. Sexo solo y únicamente con una pareja del sexo opuesto.
  2. Sexo solo en ciertas posiciones permitidas (misionero, perrito, etc.)
  3. Sexo solo de penetración vaginal
  4. Sexo solo a cierta velocidad y con propósitos “constructivos” (afianzar el amor por la pareja, tener hijos).
  5. Sexo solo en privado, preferiblemente en una cama

¿Es esa la definición de “sexo convencional”?

¿Y si me salgo de esos parámetros, entonces ya mi comportamiento, si se revela, puede ser clasificado como “escándalo sexual”?

Esto parece chiste, pero no lo es.

Exactamente, ¿quién es la autoridad local y mundial sobre los parámetros aceptables del sexo? ¿J.J. Rendón?

¿Y cómo por qué sería J.J. una especie de gurú sobre todas las cosas sexuales?

¿Por qué es venezolano? ¿Acaso los venezolanos han sido ungidos por un ente sexual superior para determinar qué es “sexo convencional” y qué es “sexo perverso y escandaloso”? ¿Por qué es asesor político?

¿Desde cuándo los asesores políticos se reservan el derecho a determinar qué es escandaloso en cuestiones sexuales y qué no?

Yo, en verdad que no entiendo el anuncio alarmante de “Matador”, y esto lo digo honestamente.

El colombiano, quizá por ignorancia, quizá por mojigatería de tipo religioso, es una especie de “minusválido sexual”, un individuo que todavía se impresiona con la sexualidad de los otros, si esta se sale de cierto convencionalismo. En las telenovelas, por ejemplo, aún hay personajes que supuestamente deben ser “chistosos” encarnados por individuos gays, tipo el diseñador de “Betty la Fea”. Es decir, lo gay como personaje raro y chistoso.

¿Por qué un gay debe causar risa? ¿Por qué el “escándalo” asociado a lo LGTB? ¿Por qué se teme que la facción que apoya J.J. capitalice una victoria política en base a una posible “desviación” de Petro?

Yo quiero dejar algo bien claro, porque creo que debemos EVOLUCIONAR como entes sexuales en Colombia: nada, absolutamente nada de lo que me revelen sobre la sexualidad de Petro, me va a hacer cambiar mi voto por él. La sexualidad, así como la religión, son los dos misterios más grandes que existen.

Yo no sé si en Colombia se sabe esto, pero hay gente que paga para que otros lo meen en la cama, así de raro es el sexo. Hay incluso los que disfrutan que otra persona se cague encima de ellos. ¿Quién soy yo para evaluar, o calificar, las bondades o el placer que pueda experimentar alguien que recibe en su pecho un mojón cagado por su pareja sexual, por exótico que esto me parezca?

Y lo peor de todo este miedo al escándalo sexual es la falta de perspectiva histórica sobre este tema. En la Biblia, que es un libro histórico sobre la historia del hombre, no un libro religioso, como se cree, se habla de ciudades de la antigüedad completamente dominadas por la homosexualidad, como Sodoma.

Si ustedes han leído la Biblia, conocerán la historia. Un ángel enviado por Dios llega a la ciudad, que está completamente dominada por homosexuales. Los homosexuales de Sodoma se tornan agresivos y se presentan en la casa del anfitrión del ángel para que se los entregue, porque en la ciudad quieren tener una orgía con ese ángel enviado por Dios. El anfitrión del ángel enviado por Dios se rehúsa a entregarles a este, y para calmar el apetito sexual de los asaltantes, les ofrece a sus hijas vírgenes, pero los agresivos homosexuales se rehúsan y exigen que el anfitrión les entregue al ángel para follarselo.

Y la ciudad de Sodoma, como centro de “perversión”, había existido por un buen rato. Dios la destruyó, no porque estuviera llena de homosexuales, sino porque quisieron violar a un ángel enviado por él.

¿Y qué me dicen de Noé?

Resulta que Noé se emborracha con vino y uno de sus hijos, Cam, lo viola estando borracho. Y para rematar, cuando lo viola, ya para entonces Noé tenía 600 años, era un anciano. No solo Cam cometió una violación con un anciano, sino que además cometió incesto.

Y eso ocurrió al principio de los tiempos, algunos siglos después del Diluvio. Es decir, el parto del hombre casi que está asociado directamente a la sexualidad, una sexualidad inexplicable y fuera de lo convencional.

Entonces, un millón de años después, se va a aparecer J.J. Rendón a asustarnos con el cuento de que Petro tiene “machucante”…

Y lo mejor del cuento es que esa”acusación”, si llega, vendrá de un tipo que, presumiblemente, apoya a Fico, el aliado político de Alex Char, un tipo al que su ex-moza, Aida Merlano, acaba de señalar como partícipe de una relación homosexual con uno de sus secuaces, el tal “Oso Yogi”.

Entonces, Alex, el aliado político de Fico, si puede tener una relación con otro hombre, ¿pero Petro no? ¿Cómo sería ese doble standard en la mente de J.J., si el cuento de su revelación se materializa?

Por favor: no vengan a contarme secretos sexuales de nadie que a mí no me interesa la sexualidad de nadie. Y nada en el sexo me parece escandaloso, en serio. Lo que haga Petro con su vida sexual a mí me tiene sin cuidado, yo lo que quiero es que gobierne este país, no hacer un trío con él.

A ver si crecemos en ese tema y dejamos de comportarnos como niños. Todavía asustándonos por la “revelación sexual que J.J. le tiene preparada a Petro”.

Eso para no decir que, cualquiera que sea la historia, lo más probable es que sea mentira.

Mi mente piensa al revés. ¡Ojalá se filtrará que Petro tiene un par de esposas y que, a veces, amarra a Verónica en la cama.

Con un cuento de esos, yo me muevo para conseguirle mil votos, nada más para sacarle la piedra a aquellos de supuesta ortodoxia sexual.

Entre más borracho y más “pervertido” sexual sea Petro, más rápido voto yo por él. La identidad sexual es un derecho y una escogencia, no un estatuto o una ley, a ver si entendemos eso de una buena vez.

 


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