Mortandad de peces en La Zapatosa por expansión de la Tarulla

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Por: María Elena Macea

En alerta ambiental se encuentra la Ciénaga La Zapatosa, en el municipio de Chimichagua, por la mortandad de peces que se registra en el área desde hace seis días aproximadamente, a causa de la expansión de una planta llamada Tarulla, la cual también está dejando efectos irreversibles sobre la navegabilidad.

La preocupación se apodera de los pescadores de la zona, quien lanzan un S.O.S a las autoridades locales y departamentales para buscar alternativas al problema, ya que el sustento de los localidades aledañas a la ciénaga dependen de la actividad pesquera.

La Tarulla es una planta acuática que flota sobre el afluente impidiendo lanzar las redes, según lo explicó Celso Moreno Mejía, representante de la Asociación de Pescadores y Productores de Chimichagua, quien reiteró que la situación se ha vuelto crítica al registrarse la mortandad de peces ante la falta de oxígeno por la contaminación que genera la planta.

La planta empieza a crecer en la ciénaga durante el verano, el cuerpo de agua se alimenta y la tarulla cubre la superficie, causando un daño ambiental considerable, ya que no existe un control biológico para combatirla.

Se pierde la navegabilidad para ir a otros pueblos circunvecinos al municipio de Chimichagua como Saloa, La Mata, Sampegua y Candelaria. “Esta situación está afectando  a una 35 familias miembros de la asociación de pescadores que integran un proyecto piscícola de especie nativa como La Dorada, de las cuales se habían sembrado alrededor de 1.000 especies y todas murieron por falta de oxígeno”.

Sin embargo, la afectación va mucho más allá, ya que en la zona son muchas las familias que viven de la pesca artesanal y se estarían perjudicando más de 2.000 personas en Chimichagua.

“Estamos en crisis, no podemos salir a la faena diaria, y nuestro sustento como pescador está disminuido al 100%, no hay otra alternativa económica para subsistir”, dijo por su parte Orlando Pedroza, otro de los pescadores afectados.

Desde el muelle de la Chalupa, en Chimichagua, explicó Pedraza, se puede observar el espesor de la planta, la cual está generando un taponamiento fluvial que además impide la navegabilidad en el área.

La Tarulla actúa como un filtro biológico en el cuerpo de agua, sin embargo, su extracción solo se debe hacer manual para luego darle una utilidad agrícola o quema controlada.

El Gobierno Departamental, a través de la Secretaría de Ambiente, anunció que a partir del próximo mes se desarrollará un proyecto de destaponamiento manual, para lo cual se generarán 150 empleos.

 


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