Este martes se conoció que la Corte Constitucional estableció que las semanas para que una mujer se pensione deben ser de mil semanas y no de 1.300, y fijó como plazo el 31 de diciembre de 2025, si no lo hace, este será automático.
La disminución gradual será de 50 semanas en 2026 y, a partir del primero de enero de 2027, se disminuirá en 25 semanas cada año hasta llegar a 1.000 semanas para las mujeres.
El alto tribunal ha hecho avances para reducir las desigualdades entre hombres y mujeres, para garantizarles condiciones de autonomía, especialmente las que están en la tercera edad.
También explica que el derecho de las mujeres a obtener una protección especial en el campo laboral y de la vejez en el sistema de seguridad social integral debe tener en cuenta todas las necesidades que tienen las féminas en materia de protección social.
La inequidad laboral radica en que para que ellas puedan acceder a la pensión deben acreditar las mismas 1.300 semanas de cotización que los hombres, «sin considerar las barreras y dificultades que enfrentan para acceder y mantenerse en el mercado laboral y asumir las obligaciones del cuidado del hogar, tanto como las que se intensifican cuando llegan a la adultez mayor».