Tras permanecer varios días internado en una clínica de Montería, murió el patrullero de la Policía que había contagiado a varias mujeres con VIH.
El agente quien prestó sus servicios en unos siete municipios del país, incluido Montería, estaba condenado a pagar 12 años de prisión por haber propagado el Virus de Inmunodeficiencia Humada, VIH-SIDA a múltiples féminas.
Jorge Iván Márquez Simanca era oriundo de Ayapel, y a mediados de 2009, se enteró que era portador del virus, luego de someterse a varias pruebas en Santa Marta, por lo que médicos y psicólogos le notificaron que, por ley, debía usar métodos de barrera (preservativos) para no propagar el virus, sin embargo, este continúo con su vida sexual sin advertirle a sus parejas que era portador.
Es así como una investigación de la Fiscalía permitió conocer que el hombre siguió su vida normal, sin mencionar que tenía la enfermedad, por lo que se conoció que la primera víctima de este era una mujer con la que convivió en Sabana de Torres (Santander), quien lo denunció al enterarse en su octavo mes de embarazo que este la había contagiado.
La mujer interpuso la denuncia en la Fiscalía Seccional de Bucaramanga en mayo del 2011.
Es así como la Fiscalía pudo determinar que el agente siempre se opuso a que la mujer acudiera a los controles prenatales, pues temía que la mujer estuviera contagiada, como ocurrió.
Pese a que la madre salió positiva, el bebé nació por cesárea y bajo los protocolos de estos casos, pudieron aislar el virus.
Por estos hechos, un juez de Montería en el año 2017 lo condenó a 12 de prisión en la cárcel para servidores públicos.