Una tarde serena se convirtió en el escenario perfecto para que cientos de personas, entre ellos músicos, gestores culturales y familiares, recordaran con gran alegría y sentimiento la vida y obra musical del maestro Hernando ‘Nando’ Marín, uno de los autores más prolíficos del vallenato; aquel que, con sus melodías y estilo único, combinaba elementos costumbristas, narrativos y poéticos, dejando un legado imborrable en este folclor.
Fue en el Parque de la Vida, el nuevo escenario recreativo y cultural de Valledupar, en el que el Gobierno del Cesar hizo una remembranza del autor de clásicos como ‘Canta conmigo’, ‘La creciente’, ‘Mundo perdido’, El Mocoso, ‘La Ley del Embudo’, ‘Sanjuanerita’, y otras tantas que se suman a la lista de más de 400 canciones en las que este poeta, nacido en el Tablazo, un humilde poblado ubicado en San Juan del Cesar, plasmó las historias de su tierra, el amor por su familia, sus amigos, las mujeres, la naturaleza y su deseo ferviente por defender a los desdichados; letras que siguen resonando hoy en cada rincón del mundo musical.
«Aunque físicamente no se encuentre entre nosotros, su huella extraordinaria no se borrará nunca. Son 25 años de ausencia de este prodigioso que tuvo el don de convertir la cotidianidad en poesía; sus canciones se convirtieron en obras de arte que han viajado por el mundo entero, por eso desde el Gobierno del Cesar hacemos este homenaje, pues su obra es un cúmulo de relatos e historias que seguirán grabadas también en el Centro Cultural de la Música Vallenata», afirmó el secretario de Cultura del Departamento, Manuel Rangel.
Marín: el hombre humilde y sentimental que siempre soñó con ser escuchado
Al compás de su música, cada nota interpretada por sus hijos, Deimer, Juan Pablo, Nandito y Shely Marín, evocaban la gracia y el mismo sentimiento con el que este inolvidable Rey de la Canción Inédita convirtió sus sentimientos, pensamientos e ideales sociales en melodías. Así lo manifestó su hijo Juan Pablo, luego de interpretar las composiciones de Marín: La Creciente, grabada por el Binomio de Oro, con la voz de Rafael Orozco; y La Ley del Embudo, grabada por Emilio Oviedo y Beto Zabaleta.
«A mi padre había que entenderlo; desde su nacimiento no fue fácil sortear la vida que le tocó. Él fue un tipo humilde que quería ser escuchado, un hombre sensible al cual las limitaciones lo hicieron ver la vida de otra manera. Tanto así, que con esas limitaciones se hizo grande. Y lo más esencial fue que aprendió a observar y a escribirlo».
De la misma forma, Shely, una de sus siete ‘muchachitas’, envolvió a todo el público asistente al Parque de la Vida, entre la nostalgia y la ternura, al interpretar esa canción que el maestro compuso para ella y sus hermanas y que describe el amor paternal y el inevitable paso del tiempo. «Mis muchachitas es un himno al amor, el amor más puro que puede existir. Hasta hoy que soy madre entiendo la dimensión de esa canción; incluso después de 25 años lloro al cantarla, y qué placer poder cantarla hoy», dijo.
Por su parte, Deimer Marín, un poco más dicharachero, fue el encargado de amenizar la noche, mezclándose entre los asistentes, contando anécdotas de su padre, esas que inspiraron canciones de talante como La Bola e candela, Condolerte y El Gavilán Mayor, y que puso a corear a todo el público con su interpretación.
Además, agradeció el trabajo que viene realizando el Gobierno del Cesar por mantener vigente el legado de su padre y de la esencia cultural de nuestra región. «Quiero agradecer a la Gobernación del Cesar, por rendirle este gran tributo a mi padre. En nombre de mis hermanos y de mi pueblo San Juan, muchas gracias”, expresó.
Así mismo, Hernando ‘Nandito’ Marín, resaltó la importancia de crear estos espacios que enriquecen el conocimiento cultural de las nuevas generaciones. «Mi padre fue un hombre que quiso transmitir paz con sus composiciones; siempre lo recordamos con alegría donde llegamos y esos ideales sociales son un gran orgullo y una responsabilidad para nosotros, por eso este homenaje aquí en este escenario ha significado tanto para nosotros», indicó el mayor de los hermanos al finalizar la velada.
Este sentido homenaje es parte del Laboratorio Abierto Multicultural (LAM), una iniciativa de la Gobernación del Cesar anunciada por la gobernadora Elvia Milena Sanjuan, que busca llevar las artes y la cultura a los espacios públicos de manera permanente, consolidando al Parque de la Vida como el principal escenario cultural de Valledupar