Aunque sucedió el pasado 11 de febrero, el país y especialmente el periodismo, aún no se repone del ácido y grotesco enfrentamiento entre la periodista Vicky Dávila y el gemólogo Hassan Nassar que funge hoy como Alto Consejero de Comunicaciones del gobierno Duque, cuando se debatía acerca del uso del avión presidencial de parte de la primera dama de la nación, y el funcionario llamo hipócrita a la comunicadora.
Todos recordamos las bochornosas palabras escupidas por la Dávila cuando se dejó provocar por Nassar: tipejo, peludo, Archibaldo, un tipo indigno, inepto, lagarto y patán. Hoy acudo a estas palabras para referirme al ignominioso acto del HP Fabián Castillo Suarez, miembro de los clanes políticos del Magdalena.
Y digo que pido prestados los adjetivos de Vicky, porque el acto protagonizado por el senador Castillo raya en lo grotesco, vulgar y es un claro acto de patanería y chambonearía, que refleja lo que el representa, esa clase politiquera ladina, que chupan del Erario, nunca presentan proyectos de calado social, son un cero a la izquierda en el Congreso y cuando salen de su absoluto anonimato es para defecar villanía, bajeza e indignidad y sobre todo para avergonzar un pueblo meritorio como es el Magdalena y especialmente el de Ciénaga.
Castillo en un cerrar y abrir de ojos se volvió tendencia en Twitter y el país conoció sobre la existencia de este “señor”. Las redes explotaron y el video escalo a tal dimensión que alcanzo más votos – Replicas y me gusta- que los obtenidos por el senador de marras para su elección: “Alo, que más hermano, no joda el mismo verguero, esté hijueputa Motoa no nos quiere dejar votar”, replicaba Castillo a su interlocutor con quien hablaba por teléfono.
El desagradable suceso transcurrió cuando el senador Castillo, presidente de la Comisión Séptima del Senado, se le quedó el micrófono abierto cuando presidia la sesión del día 2 de junio y al sentirse descubierto intento negar la afrentosa situación.
“No es que cierre el micrófono, el calificativo si me parece inapropiado, trata de hijuEputa a un senador de la Comisión VII no me parece”, dijo el congresista Carlos Fernando Motoa objeto del agravio personal. A lo que sin el menor asomo de vergüenza replico Castillo, “Yo no lo he tratado así”, por lo que Motoa le dijo que estaba la grabación.
Luego de entender la gravedad del escenario el congresista Fabián Castillo, oriundo de Ciénaga, ofreció disculpas a su homologo ofendido que no dejaba de mostrar su molestia. “Perfecto senador Motoa, le pido disculpas. Es desafortunado y le doy la razón a Usted”. Los demás senadores solo escuchaban y veían pasmados de la vergüenza lo que estaba pasando, algunos hasta alcanzaron a cubrirse el rostro en señal de disgusto.
El hecho, además del barullo en las redes sociales y el escarnio virtual, transcendió a la Comisión de Ética del Senado de Colombia que anuncio que estudiara el caso del congresista de Cambio Radical, elegido con el apoyo y patrocinio de la familia Cotes en el Magdalena.
Para muchos internautas la virtualidad está develando la verdadera cara de los parlamentarios y de seguro no se trata de los micrófonos abierto sino de la calidad de la gente que llega a esas altas instancias de poder.
Los twitteros se mostraron indignados ante el insolente ataque de Fabián Castillo contra el senador vallecaucano Carlos Fernando Motoa, “Están acostumbrados a la mezquindad, la ruindad y el solapamiento”, expreso un twittero.
Lo grave del madrazo -aunque Fabián Castillo haya ofrecido disculpas públicas-, es que el madrazo contra un senador vino precisamente del presidente la comisión, que se supone es quien debe garantizar que los miembros de la cédula legislativa tengan igual trato en el debate, independientemente de su línea política y de la posición que tengan frente al tema que se trata.
De todos es conocido que el senador Motoa se ha negado a votar los proyectos de ley que se debaten tanto en la Comisión como en Plenaria porque considera que no hay ninguna seguridad jurídica y constitucional que garantice que el Congreso puede sesionar de manera virtual y está a la espera de que la Corte Constitucional se pronuncie sobre el alcance de las sesiones virtuales en el marco de la emergencia por el Covid-19.
¿Quién es Fabián Castilla?
El senador Fabián Gerardo Castillo Suarez junto con Carlos Mario Farelo Daza (Cámara) son los dos alfiles del cuestionado clan político de los Cotes, una de las familias con más poder en el Magdalena. Durante varios años han tenido gobernadores, alcaldes y congresistas. Perdieron la gobernación con Carlos Caicedo quien le gano a Luis Miguel “Mello” Cotes, que quería ser por segunda vez gobernador.
Fabián Castillo, es médico de profesión y miembro del partido Cambio Radical. Para las elecciones de marzo, recibió recursos, entre donaciones y créditos, de seis personas naturales y una jurídica, por un monto total de 318 millones de pesos. https://colombiacheck.com/especiales/zoom-al-billete/los-cotes-estan-en-el-congreso-con-la-corrupcion-cuestas
En 2014 fue Representante a la Cámara con 43.214 votos, aumentando su votación en más del 90% obteniendo en marzo de 2108 78.845 que lo llevaron al senado.
A pesar de que hice una exhaustiva revisión de varias entidades que se dedican a informar sobre la actividad congresional fue imposible encontrar alguna información que me diera luces de la gestión de Fabián Castillo tanto como Representante a la Cámara como Senador de Colombia y en qué proyectos a participado o ha presentado a lo largo de su opaca trayectoria política como congresista.