Durante la II Cumbre Internacional de Periodismo organizada por la Federación Colombiana de Periodistas –Fecolper, se presentó un estudio realizada entre los meses de marzo y abril de 2020, entre 1.200 periodistas de 28 departamentos del país y el Distrito Capital, que buscó identificar, analizar y exponer las condiciones laborales del gremio en materia de vivienda, estratos socioeconómicos, acceso a empleo digno y productivo, entre otro ítem.
Leer informe completo: http://fecolper.com.co/wp-content/uploads/2020/08/Periodismo-trabajo-indecente.pdf
Trabajo indecente
La principal conclusión de esta encuesta que fue resulta por 723 hombres y 468 mujeres periodistas arrojó que ejercer el periodismo en Colombia es un trabajo indecente, de acuerdo a los criterios determinados internacionalmente con apoyo del Estado colombiano sobre el ejercicio laboral digno.
Este nuevo resultado es la segunda fase de un estudio que se ejecutó a principios de este año, ya que en enero se publicó la primera parte del mismo en un documento titulado “Caracterización de las condiciones de trabajo de los periodistas en Colombia”. Este estudio refleja la situación del momento, antes de sentirse los efectos de la pandemia covid-19 en el sector.
La situación laboral, acceso a empleo digno y productivo, del periodista colombiano es caótica, un buen porcentaje de los encuestados trabaja por su propia cuenta, freelance o de manera independientes, sujetos en gran medida a la venta de cupos publicitarios, condición que empobrece la profesión.
Los periodistas están obligados a trabajar en varios lugares al mismo tiempo, con extensas jornadas de trabajo. El 50% denunció que trabaja más de 8 horas diarias y los siete días de la semana. El 74% de la muestra trabaja en un medio de comunicación y el restante 26% ejerce en empresas públicas, privadas, Ongs o con personas naturales.
Estos resultados no son directamente proporcionales a los ingresos económicos, que incluso en más del 23% están por debajo del salario mínimo legal mensual vigente y un poco más del 40% no está cotizando pensión de vejez, a pesar de estar en la edad de seguir aportando.
Regla general
En contravía con lo expuesto por la Corte Constitucional de Colombia que ha descrito cómo el periodista tiene una obligación democrática, ciudadana y de control del poder, declarándole depositario de la confianza pública, la forma de contratación atípica o las contrataciones diferentes al contrato de trabajo y el uso indebido de figuras de contratación civil es la regla general.
Sin embargo, a tan notable función no se le otorga las condiciones de trabajo decente, que según la OIT corresponde a oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres.
En la investigación está probada la violación de derechos laborales o de derechos constitucionales a los periodistas, la cual es generalizada, incluso sistemática, que no existe una política o estrategia desde las autoridades para cambiar esta situación. El gremio de los periodistas necesita con urgencia el trabajo colectivo, cuyo liderazgo incluya la negociación colectiva de condiciones de trabajo, más allá del contrato laboral.
Bajo a medio-bajo
Así mismo, el estudio indica que el 79.41% de los periodistas colombianos pertenecen a los estratos socioeconómicos más bajos, es decir, del 1 al 3 – bajo a medio-bajo-, dentro del cual el 39% está residenciado en los niveles económicos más pobres (1 y 2); mientras que el restante, un poco más del 20%, habita en los estratos 4 al 6; menos del 5% están ubicados en los más altos (5 y 6).
En cuanto, al tema de vivienda, solo 337 de los 1.200 periodistas encuestados viven en inmuebles propia, mientras que el restante, 963, es decir, el 77% habitan en arriendo, o de propiedad familiar o prestados.
El estudio demuestra que el 69% de los periodistas académicamente están preparados, es decir, son profesionales, pero esto no se irradia en una mejor situación socioeconómico. El 86% asumen otras responsabilidades ya que tienen a su cargo personas que dependen económicamente de ellos.