Petro el tumba techo/ Por Bernardo Ramírez del Valle

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Petro y Fajardo fueron, sin duda alguna, las revelaciones electorales de las pasadas elecciones presidenciales en primera vuelta. Entre ambos obtuvieron más de 9.5 millones de votos; ambos se ubicaron en la centro-izquierda del espectro político colombiano y ambos promovieron propuestas programáticas parecidas, basadas esencialmente en la lucha contra la CORRUPCIÓN, la EDUCACIÓN como base de la inclusión y la igualdad social y la superación de la POBREZA como fundamento de la justicia social.

Pero a diferencia de Fajardo, que arrancó con un techo electoral mucho más alto y favorable, los que las firmas encuestadoras le pusieron a Petro en las encuestas terminaron por el suelo, e, incluso, doblados. En efecto, las encuestas decían que el candidato de la Colombia Humana no sacaría más de un millón de votos en la consulta y sacó tres; que no pasaría a la segunda vuelta pues no lograría superar lo obtenido en la consulta y obtuvo casi cinco millones y ahora le dicen que perderá con Duque con una diferencia de más de veinte puntos y lo más probable es que lo supere con creces.

El vertiginoso ascenso electoral de Petro es mucho más meritorio que el de su competencia para la segunda vuelta. Mientras que Duque contó con una fuerza parlamentaria de más de 73 congresistas (51 del Centro Democrático y 22 del Partido Conservador, la mitad de la bancada de ese partido), Petro fue acompañado por sólo 4 senadores y 2 representantes a la Cámara de la coalición de los decentes (Colombia Humana, UP y Maíz). Mientras Duque tenía el respaldo de un gran elector como Álvaro Uribe Vélez y Fajardo el de Antanas Mockus, Petro no lo tuvo; mientras que Duque tuvo todo el tiempo a su favor la maquinaria de la prensa nacional de propiedad de los grandes grupos económicos del país (que además le aportaron por debajo de cuerda recursos financieros a su campana), Petro la tuvo en contra y no contó con otro apoyo financiero que el del Estado. Agréguese a lo anterior, que la izquierda fue divida a las elecciones entre la candidatura de Petro, (partidos Maíz y la UP) y la de Fajardo (partidos Verde y Polo Democrático).

Por otra parte, quiérase reconocer o no, el haber llegado a la segunda vuelta presidencial con muchas opciones de triunfo, hace de PETRO el gran fenómeno electoral de la contemporaneidad colombiana, más si se tiene en cuenta que ha sido perseguido inmisericordemente por un establecimiento político corrupto contra el cual ha luchado toda su vida.

En conclusión, PETRO es un costeño de racamandaca, verraco, que no respeta pinta, que no come de cuento, que sabe dónde ponen las garzas de la corrupción para destruir sus huevitos; que la tiene clara y que techo que le pongan, techo que tumba y supera. Así que esos 2,6 millones de ventaja que le sacó Duque en la primera vuelta, Petro los va a superar con creces abrevando en la cantera de los 4.6 millones de votos de Fajardo, los 1.4 millones de votos de Vargas Lleras (parte de los cuales pellizcará), los 400 mil de Humberto de la Calle que en su mayor parte se identifican con las propuestas de la Colombia Humana y de los 15 millones de pesos que no votaron y se mantienen en la abstención.


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