Un plazo de cuatro meses dio la Corte Constitucional para que el Establecimiento Carcelario de Mediana y Máxima Seguridad de Valledupar, conocido como “La Tramacúa”, mejore las condiciones de temperatura extrema a las que se ven sometidos los más de 400 internos que pagan condena.
La Corte falló a favor de Víctor Fernando Vanegas Martínez, de 51 años, un preso que interpuso una acción de tutela por la vulneración del derecho a la dignidad humana y a un trato digno, ya que era sometido a extremas temperaturas en el centro de reclusión.
De acuerdo al interno, la temperatura frecuente y habitual en la ciudad de Valledupar es de 40 grados y pese a que hay lugares para resguardarse del sol y de la lluvia, estos resultan insuficientes en la cárcel al punto que los detenidos tuvieron que instalar, ellos mismos, una polisombra.
“De 6 am a 4 pm estamos afuera de las celdas, en el patio de la cárcel expuestos a la lluvia y a las altas temperaturas, sin un lugar donde resguardarse y descansar. Por el manual no se nos permite estar en las celdas antes de ese horario”, explicó el interno en la acción de tutela. La Corte ha precisado que, toda persona privada de la libertad debe estar recluida en condiciones respetuosas del mínimo vital y de la dignidad humana bajo los siguientes criterios: Una reclusión libre de hacinamiento, contar con una infraestructura adecuada, no estar sometido a temperaturas extremas y tener acceso a servicios públicos, alimentación adecuada y suficiente.
En tal sentido, la Sala considera que las difíciles condiciones climáticas de la zona en que se encuentra ubicado este centro penitenciario, agravada por fenómenos meteorológicos extremos como el fenómeno del niño y a la vez exacerbado por el cambio climático, “determinan acciones tendientes a mejorar la infraestructura del lugar, de manera que los reclusos puedan contar con espacios para poder resguardarse del sol y descansar durante el día”.