La región Caribe de Colombia no solo enfrenta tarifas de energía eléctrica significativamente más altas que el resto del país, sino que además debe lidiar con un cargo adicional en sus facturas debido a las pérdidas no técnicas de energía.
El exministro de Minas y Energía, Amilkar Acosta, este cargo, que representa un 24% adicional en las tarifas, se debe principalmente al robo de energía y a las instalaciones fraudulentas.
Acosta explicó que las pérdidas no técnicas de energía son aquellas que no están relacionadas con aspectos técnicos de la distribución, sino con actividades ilegales como el hurto de electricidad y las conexiones irregulares. Este fenómeno, que no es exclusivo de la Costa Caribe, pero que afecta significativamente a la región, termina siendo asumido por todos los usuarios a través de un cargo adicional en sus facturas.
El exministro enfatizó que este problema no puede atribuirse simplemente a una «cultura del no pago», ya que otros servicios públicos como el gas domiciliario, el acueducto y el aseo no enfrentan niveles similares de morosidad o fraude. Esto sugiere que existen falencias en el sistema de control y vigilancia de las empresas prestadoras del servicio de energía eléctrica en la región.
Las pérdidas no técnicas de energía que el nuevo marco tarifario permitió fueran cargadas al usuario, afectan el bolsillo y encarecen las facturas de energía un 24%. El experto asegura que se hace necesario que estas pérdidas sean asumidas por el Estado y no se les trasladen a los usuarios costeños. Esto, a su vez, contribuirá a disminuir el cargo adicional en las facturas de los usuarios y a establecer tarifas más justas y equitativas para todos los consumidores de electricidad en esta importante zona del país.