La tranquilidad que había caracterizado al municipio de Pivijay, en el departamento de Magdalena, se vio interrumpida tras el hallazgo de los cuerpos sin vida de Eliseo Vargas, de 36 años, y Johana Polo Torres, de 38, en una finca ubicada en la vía que conecta los corregimientos de Medialuna y Piñuelas.
El macabro hallazgo fue realizado por campesinos de la zona, quienes al encontrarse con los cadáveres dieron aviso a las autoridades. Desde entonces, las investigaciones han sido puestas en marcha con el objetivo de esclarecer el móvil de los crímenes.
La comunidad se encuentra conmocionada por el hecho, ya que, a pesar de los recientes aumentos de hechos criminales en el departamento de Magdalena, la zona había permanecido relativamente tranquila durante los últimos años. La violencia en la región ha generado preocupación entre los habitantes, pero este asesinato, en particular, ha marcado un punto de quiebre debido a la naturaleza inesperada y la cercanía con las comunidades rurales.
Por el momento, las autoridades no descartan ningún posible móvil para el doble crimen, lo que incluye teorías relacionadas con problemas personales, disputas locales o incluso posibles vínculos con actividades ilícitas en la zona. La familia de las víctimas ha expresado su deseo de que las investigaciones lleguen a un pronto esclarecimiento y que se haga justicia para ambos.
El municipio de Pivijay, conocido por su tranquilidad, se enfrenta ahora a la incertidumbre mientras las autoridades continúan trabajando para dar con los responsables. Se espera que los resultados de la investigación y las declaraciones de testigos ayuden a arrojar más luz sobre este trágico suceso que ha dejado una profunda huella en la comunidad local.
Las autoridades instan a la población a colaborar con cualquier información que pueda ser útil para el avance de las pesquisas, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en la región.