Explicó que ese texto de la Comisión de la Verdad, “que no es una verdad judicial», debe llegar a los colegios, “junto a un libro ya viejo –de unos sacerdotes católicos que lo impulsaron– sobre la violencia de mediados del siglo XX, antes que nosotros hubiéramos nacido, en dos tomos, y que se llama La Violencia en Colombia».
El Jefe de Estado expresó que esos dos documentos constituyen “quizás el esfuerzo más grande que se ha hecho desde el punto de vista de la investigación histórica para recopilar lo que ha acontecido en este país desde hace ya 75 años».
“75 años que se pueden medir en muertos, es un poco el resumen de esos libros», indicó y agregó que “las cifras que ya entrega esta Comisión nos habla de 700 mil, dependiendo de las fechas donde uno empieza a contar; 700 mil asesinados por la codicia y el poder».
Afirmó que “no se puede frenar una tormenta tan desastrosa, que lleva ya 75 años, en uno o dos años. Pero sí se pueden construir las medidas que lo permitan en un tiempo lo más breve posible».
Ronda de diálogo con el ELN en el Vaticano
El presidente Petro narró que, en su último encuentro con el Papa Francisco, estuvo hablando con la comunidad de Saint’Egidio, que conoce mucho el país, ha trabajado aquí, y se ha especializado en temas de paz desde sus iglesias y sitios.
“Ahí, en ese lugar, hablamos de una posibilidad que le transmití al Papa Francisco, que es poder realizar, está enredado poderlo hacer, pero hacer una ronda de paz, de conversaciones, de diálogo sobre la paz con el ELN».
“Entonces me pareció que eso podría juntar el deseo de paz de tantas gentes en las regiones de Colombia, martirizadas, y que un buen lugar podría ser allá, bajo el cobijo diplomático del Estado Vaticano».
Manifestó su deseo de que se explore la posibilidad de “ver si se puede realizar, porque tendría una importancia que no es solo la paz de Colombia», sino poderlo realizar “en un sitio que ha sido faro de la civilización humana, el tema de la paz».
Esto, concluyó, desde Colombia, “en un mundo que se desbarata en la guerra, o sea desde un país que ha sufrido tanto la violencia, poder lanzar una voz a partir de la coherencia misma de nuestra propia sociedad tratando de construir la paz, que pueda enseñar algo al mundo en este momento».