Un acuerdo común para superar la separación entre América del Norte y América del Sur, que esté basado en proyectos de energía limpia, planteó el presidente Gustavo Petro al intervenir en el panel ‘Un momento clave para América Latina’, realizado en el marco de la reunión anual del Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza.
El jefe de Estado expuso que el futuro de las relaciones entre las Américas tiene dos caminos: incrementar la fragmentación o buscar puntos de encuentro entre las dos regiones.
“América en general tiene, como dije ayer, la chimenea al norte, el CO2, y la esponja al sur, no solamente la selva amazónica sino el enorme potencial de generación de energías limpias, con África, de las mayores del mundo», dijo.
“Aquí hay dos caminos: o seguimos en esa paradoja y separamos cada vez más un norte, cada vez más contaminante, cada vez con mayores niveles de destrucción social y democrática, y un sur que se queda con sus potencialidades sin desarrollarlas, empobrecido y entregado a una violencia que cada vez más es una articulación entre banda criminal y poder político», argumentó.
“Ese mundo solo llegaría a la barbarie», dijo.
Destacó que el otro camino “es el pacto, el encuentro, la búsqueda de objetivos comunes, a pesar de la diferencia».
“Ese camino junta la chimenea con la esponja y elimina la chimenea, en pos de la vida del planeta. Esa opción implica planificar, implica acuerdos, implica deslocalizar la producción norteamericana en América toda», sostuvo.
Subrayó que este “acuerdo común tiene una base, que no es la integración latinoamericana o americana a partir de discursos, como hasta ahora ha sido», sino alrededor de proyectos concretos de energías limpias.
Prioridades de Colombia
En relación con las prioridades de su gobierno para el 2024, el presidente Petro declaró: “Queremos concretar en este año poner al país sobre unos rieles de pacificación y, por tanto, de equidad que puedan ser irreversibles».
“La paz, como eliminar las causas y los factores que provocan violencia y la desigualdad, están ligados. Colombia es, depende como se mida, el segundo, el tercer país más desigual socialmente del mundo. América Latina en general es la región más desigual socialmente del mundo. Esa inequidad se transforma en violencias que han cambiado a través de los tiempos de la fase de la historia, que lleva décadas», recalcó.
El Mandatario consideró que la violencia está ligada a la economía ilícita, producto entre otros factores de una política antidrogas equivocada, que ha fracasado rotundamente, que ha llevado a buena parte de la región latinoamericana a una crisis en la coherencia misma de su sociedad y de su democracia y que ha dejado un millón de personas asesinadas.
“Entonces, si yo quiero paz, tengo que superar de alguna manera la inequidad territorial, y eso me lleva a transformar economías ilícitas en el territorio por economías lícitas. Como sé que no tengo tiempo, entonces esa transformación me parece que es la clave en este año», concluyó el presidente de Colombia.