¿Reaparece el fantasma de la parapolítica en Santa Marta? Por: Redacción Pares

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A finales del 2008 la parapolítica fue el incendio que sacudió a los círculos de poder en Santa Marta y el Magdalena. Un ex gobernador del departamento, José Domingo Ávila y un ex alcalde de Santa Marta, José Francisco Zuñiga, entre una docena de políticos más, caían por sus nexos con el Bloque Norte de las AUC. Se empezó a hablar por esa época del Pacto de Chivolo y Pivijay. En el primero, según Nuevo Arco Iris nació el movimiento político creado por Jorge 40 y que se conoció con el nombre de Provincia Unida por una mejor vida. La firmaron cerca de 400 políticos. Lo normal era apoyar este modelo político.

Arrasaron en alcaldías, consejos, gobernaciones. Gracias a la investigación que empezó a impulsar León Valencia y que contó con el apoyo de la Corte Suprema de Justicia, en ese entonces encabezada por Iván Velásquez, se logró incriminar a senadores, representantes a la cámara y a otro gobernador, Trino Luna, quien ganó las elecciones a la gobernación en el 2003 con un aplastante número de votos, 240 mil, es decir el 81% de la totalidad de electores. Este éxito se debía no sólo por tener en el bolsillo a la clase política del departamento sino también por tener el apoyo de los paramilitares. En marzo del 2007 fue capturado y condenado a cuatro años de prisión por el delito de concierto para delinquir agravado. Esto no constituyó su muerte política. Muy vivito siguió aspirando a cargos de poder e incluso tuvo cuerda, ánimos y respaldo suficiente como para empapelar a su rival, el ex gobernador Carlos Caicedo, a quien acusó de haber secuestrado a su mamá.

Además de Jorge 40 hubo otros comandantes paramilitares como Hernán Giraldo, conocido por su temible alias de “Taladro”, quien confesó en declaraciones a Justicia y Paz haber apoyado la campaña de José Francisco Zuñiga para la alcaldía, además de candidatos a la asamblea y al concejo. A sus crímenes de narcotráfico en los Estados Unidos se le suma el haber abusado sexualmente de más de 200 mujeres, muchas de ellas menores de edad, mientras era el dueño y señor de la Sierra. Para muchos su poder sigue intacto, casi dos décadas después, gracias a la influencia que tiene en el grupo Los Pachenca.

Veinte años después de este escándalo se vuelve a sacudir Santa Marta. El ex candidato a la alcaldía por Fuerza Ciudadana, Jorge Agudelo, informó este 8 de julio que radicó una denuncia contra Carlos Pinedo, que resultó siendo elegido alcalde de Santa Marta después de una de las elecciones más peleadas y polémicas de la historia. El abogado de Agudelo es el ex fiscal Eduardo Montealegre. La denuncia afirma tener todas las pruebas para afirmar que “Pinedo Cuello supuestamente se valió de sostener vínculos con el paramilitarismo, lo que le permitió ganar las elecciones”.

Según en su cuenta de X el político de Fuerza Ciudadana afirmó lo siguiente: “Esta denuncia se suma a la ya existente en la Fiscalía en contra de la Comisión Escrutadora por los delitos de prevaricato por acción, y a la demanda de nulidad electoral en contra de Carlos Pinedo ante el Tribunal del Magdalena”.

En el último libro publicado por León Valencia, La parapolítica, historia del mayor asalto a la democracia en Colombia, queda patentado que existe aún influencia de grupos armados a la hora de constreñir al elector. En caso de que se comprobara esto en Santa Marta se comprobaría lo que, desde este centro de pensamiento, ha sido apenas una hipótesis.


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