La Unidad de Restitución de Tierras y el resguardo indígena wayuú Caicemapa presentaron la demanda para la recuperación del territorio ancestral, lo cual busca reivindicar los derechos territoriales, culturales y económicos de esta comunidad que espera le sean regresadas 684 hectáreas para 501 familias.
Este proceso de dio en medio del marco de la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial- PDET de la subregión Sierra Nevada- Perijá, en cuya demanda étnica hubo una caracterización que ratificó la vulnerabilidad de los derechos territoriales del resguardo Caicemapa.
Esta comunidad ha vivido en la zona rural del municipio de Distracción, La Guajira, y enfrentó las amenazas, los hostigamientos y la masacre ocurrida el 25 de febrero de 2003, en el que fue asesinada una de sus autoridades y lideresa, Rosa Antonia Pushaina.
Esta situación generó una permanente vulneración de derechos y libertades, especialmente en la movilidad por la zona, uso, ocupación y apropiación del territorio y, con ello, la inhibición de sus prácticas culturales, económicas, políticas y ancestrales.
El director de La Unidad de Restitución de Tierras, Andrés Castro Forero, indicó «que este es un trabajo coordinado y articulado entre la comunidad y la Unidad, en el marco de la implementación del Decreto Ley 4633 de 2011, que pretende garantizar la implementación de un enfoque diferencial étnico y la participación de las comunidades indígenas a través de sus autoridades, instancias y mecanismos propios».
Por su parte, la directora de la entidad en Cesar y La Guajira, Claudia Manotas, expresó que dentro de las afectaciones a dicho territorio se encuentran el abandono, confinamiento; afectaciones a la relación sociocultural con el territorio y los sitios sagrados, a la autonomía, a la autodeterminación y al gobierno propio, entre otros aspectos.
«Trabajamos por la pervivencia de estas comunidades y sus costumbres”, dijo la funcionaria.
En este sentido, la entidad destacó que en esa zona del país se ha restituido 16.282 hectáreas en ruta étnica.
En primer lugar, falló la sentencia Wayuú de Nuevo Espinal que ordenó la restitución de más de 422 hectáreas y beneficia a 64 familias. Así mismo ocurrió con la sentencia indígena Yukpa de Iroka que ordenó la restitución de más de 13.017 hectáreas y beneficia a 1015 familias, igualmente ocurrió con el Resguardo Menkue, Misaya y La Pista (Yukpa) que ordenó la restitución de más de 380 hectáreas y beneficia 267 familias y con la comunidad indígena Ette Enaka asentada en las regiones de Sabanas de San Ángel, Santa Marta, El Copey, Valledupar en el que se ordenó la restitución de 2.463 hectáreas y favorece a 360 familias.
