Se acercan las elecciones regionales en Colombia, marcadas por la violencia contra candidatos y la compra y venta de votos, y la Fundación Paz & Reconciliación-Pares hace un recuento de los temas que necesitará saber para los comicios del próximo domingo 27 de octubre. A continuación, encontrará enumerados cuáles son los tres (3) clanes políticos más grandes e influyentes del país.
- Clan Char
Este Clan, además de ser el más grande de la costa atlántica, es el que más tiene conexiones e influencias a nivel nacional. En la cabeza de la estructura político-familiar está Fuad Char, quien es considerado el barón electoral de ese territorio. Su poder empezó desde la consolidación de su emporio económico que poco a poco fue escalando a la esfera de la política.
El mayor de los Char es dueño de la cadena de supermercados Olímpica, del equipo de fútbol Junior de Barranquilla, de la cadena radial Olímpica, entre otros negocios del sector privado. Tras la consolidación de sus finanzas, decidió incursionar en política. En 1984 fue gobernador del departamento del Atlántico, luego ministro en el gobierno de Virgilio Barco.
Todas las movidas políticas y la conexión con el polémico exsenador José Name Terán, lo llevaron a medirse para las elecciones de Congreso y en 1991 obtuvo una curul por el Partido Liberal. Durante cinco periodos estuvo en la cámara alta. Ya en 2004 llegó Cambio Radical, donde se consolidó con más fuerza hasta llevar a sus hijos a participar en política, en uno de los partidos que se convirtió en uno de los más cuestionados.
En 2006 lanzó al Senado a su hijo Arturo Char, y dos años después llegó Alejandro Char a la Alcaldía de Barranquilla. En las alianzas, gestadas de tiempo atrás también están el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien fue jefe de Cambio Radical; y Elsa Noguera, exsecretaria de Hacienda de Alejandro Char.
Este clan ha sido polémico debido a sus relaciones con los hermanos Miguel, Manuel y Guido Nule, investigados y condenados por el carrusel de la contratación en Bogotá. En otras licitaciones con el Estado estuvieron juntos, como por ejemplo en la Sociedad Futura Autopista Bogotá-Girardot S.A.
Paralelo a los negocios familiares que involucraron dineros del sector público, Fuad estableció otras alianzas con otros partidos como el Conservador, en cabeza de Roberto Gerlein en esa región.
A este rompecabezas se suma las alianzas con otros partidos con el apoyo económico de los Char. Así las cosas, en la actualidad quienes representan en el Congreso a ese grupo político son los senadores Antonio Zabaraín, Fabían Castillo, Ana María Castañeda y Luis Granados, por el partido Cambio Radical; los representantes a la Cámara, César Lorduy y José Gabriel Amar; y Miguel Amín Escaf, como senador del partido de la U.
- Clan Valle
Dilian Francisca Toro Torres es la baronesa electoral del departamento del Valle del Cauca. Actualmente es considerada la mujer más poderosa de la región, y quien mueve la maquinaria para los comicios de este domingo. Toro, actual gobernadora del Valle, buscará su reemplazo con Clara Luz Roldán, que prácticamente ya tiene el cargo asegurado.
Toro inició su carrera política en el Partido Liberal, y llegó a ser concejal del municipio de Guacarí de donde es oriunda. Dos años después fue alcaldesa y luego saltó al Congreso luego de que su esposo dejara la curul.
Es prima del condenado por el proceso 8.000, Carlos Herney Abadía, y esposa de Julio César Caicedo Zamorano excongresista liberal, también vinculado al mismo proceso. Al tiempo que iniciaron las investigaciones contra Caicedo, este se retiró del Congreso y en la contienda de 2002 lanzó a Toro al Senado, esta vez por el Partido de la U.
Al principio Toro no tuvo una gran maquinaria y no movió tantos votos, pero en 2006 al ser reelegida, adquirió más conexiones y fue reelegida como presidenta del Senado, hasta llegar a crear su propio grupo denominado “la nueva generación”, que aún está activo en la región.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia le abrió una investigación en 2008 por parapolítica, pero luego fue archivada tras las declaraciones de exparamilitares como Ever Veloza, “alias HH”, que aseguraron no haberla conocido.
Cuatro años más tarde, el mismo organismo le abrió otra investigación, pero en esta ocasión estuvo relacionada con lavado de activos. Al parecer compró unos predios que habían pertenecido al narcotraficante del Cartel de Cali, Víctor Patiño. Ante la arremetida, la excongresista renunció a su curul con el pretexto de asumir la defensa de su caso.
Ahora es investigada por la Fiscalía, y las pesquisas continúan para establecer su responsabilidad. Mientras tanto ocupa la gobernación desde el 2016 y ahora quiere poner su ficha en el cargo que dejará este 2019.
Al crecimiento electoral también se suma el hecho de que su cuñado es notario en el municipio de Palmira, Valle desde hace muchos años y en ese sentido tiene gran influencia en el territorio. Asimismo, tiene una estructura de seis (6) congresistas de su partido y Jhon Arley Murillo que llevó por Colombia Renaciente.
En ese panorama, Toro tiene influencia no solo en el Valle, sino también en el Congreso con cinco (4) representantes a la Cámara, y dos (2) senadores. Y de acuerdo con el investigador de la línea de Democracia de Pares, Sebastián Mora, la exsenadora no ha necesitado de aliados grandes para llegar hasta donde está, sino que busca sectores pequeños que pueda adherir a su propuesta política.
En últimas este clan ha tomado mucha fuerza debido a dos cosas. La primera es que ha tenido la autonomía de los recursos públicos. Como tiene la Gobernación, esto significa un presupuesto alto de inversión que mantiene la estructura clientelar. Lo segundo son los votos que se convierten en representación política.
- Clan Gnecco
El tercer y último clan que entra entre los más poderosos es el que está liderado en el departamento del Cesar por Cielo Gnecco, heredera del poder político de su cuestionado hermano Jorge Gnecco por sus nexos con paramilitares, aliados en un principio y posteriores responsables de su muerte.
La familia Gnecco tiene sus orígenes en La Guajira, lugar donde reunió una fortuna producto del contrabando de gasolina desde Venezuela y la bonanza marimbera. Sin embargo, se desplazó hacia el Cesar y sin dificultad llegó a la élite del departamento.
Jorge estuvo a cargo del negocio familiar, manchado por la ilegalidad, al mismo tiempo que iba poniendo sus fichas en política. Los Gnecco pusieron puestos de representación política tanto en las autoridades locales, como en las esferas nacionales. El primero en participar fue Lucas, quien llegó a la Asamblea, y después a la Cámara de Representantes. Después asumió dos veces el cargo de gobernador.
Los Gnecco perdieron su poder político a principios de los 2000, cuando la justicia condenó a Lucas por el delito de constreñimiento electoral, más las condenas de la Corte Suprema de Justicia por los delitos de celebración indebida de contratos y prevaricato cuando ocupó la Gobernación.
Pero en 2011 la familia Gnecco repuntó con Luis Alberto Monsalvo, -hijo de Cielo-, investigado por corrupción al sufragante e invasión de tierras y llegó a la Gobernación. Pese a las investigaciones en curso, desde ese momento no han soltado los cargos más importantes del departamento.
Actualmente tienen seis (4) congresistas de su línea. Por el Partido Cambio Radical están el representante a la Cámara Eloy “Chichi” Quintero y el senador Didier Lobo Chinchilla; por el Partido de la U, el senador José Alfredo Gnecco; y por el partido Conservador, el representante a la Cámara Alfredo “Ape” Cuello.
Ahora bien, para estos comicios, lo que se presume es que Cielo Gnecco lo que hace es dar dineros a todos los partidos, y en ese sentido, tener fichas políticas en casi todos los municipios para todos los cargos públicos. Así las cosas, pagan porque sus candidatos entren a listas sin importar partido.
Y cabe destacar que Monsalvo es nuevamente candidato a la Gobernación con el movimiento Alianza Por El Cesar, con la más alta posibilidad de ocupar el cargo.