Dueños y señores de Barranquilla, los Char controlan toda la cadena alimenticia, desde ganado, cultivos, hasta la comercialización a través de su cadena de supermercados Olímpica. Son los dueños del entretenimiento con las emisoras Olímpica y el Junior, equipo que Fuad Char compró en 1972 y que ha sido usado más de una vez para posicionar su nombre como poderoso político de la región y también el de su hijo, Alex Char.
La gorra que siempre carga hace ver a Alex Char mucho menor que los 58 años que tiene. Alex Char ha sido tres veces alcalde de Barranquilla. La primera vez fue en el 2008, cuando llegó respaldado por Cambio Radical y se convirtió en el primer bastión de Germán Vargas Lleras en su ambición de ser presidente de la república. Los votos de la Costa Atlántica se los podría capitalizar Alex. Incluso llegó a pensar que su poder le daría para ser presidente. En el 2022 se lanzó pero no alcanzó ni siquiera para ganar la elección interna de la coalición Equipo por Colombia. Por que los Char además quieren el poder total y absoluto.
En los últimos años el nombre de la familia ha estado comprometido en varios escándalos. Es más, entre los años 2014 y 2017 llegó a acumular 102 investigaciones. En su momento se le acusó de “irregularidades en la construcción de la vía de Bogotá-Girardot”, uno de los proyectos en donde estuvieron involucrados los hermanos Nule, condenados por corrupción. El caso de la urbanización Campo Alegre, construido sobre un terreno inestable, también ha venido minando su credibilidad. Sin embargo, el peor de todos los escándalos tendría nombre de mujer: Aida Merlano.
Después de su cinematográfico escape mientras cumplía una cita en un consultorio odontológico al norte de Bogotá en octubre del 2018, Aida Merlano, ya detenida en Venezuela, acusó a la familia Char de compra de votos con el fin de favorecer la campaña de Iván Duque a las presidenciales del 2018. La afirmación de Merlano contra la familia más poderosa de la Costa Atlántico no deja lugar a dudas: “Fuad Char (padre del exalcalde de Barranquilla, Álex Char y del senador Arturo Char), Laureano Acuña y Roberto Gerlein (hermano de Julio Gerlein) eran los tres mayores compradores de votos en el Atlántico”.
Medios como La Silla Vacía investigaron estas acusaciones y nunca encontraron pruebas. Merlano también acusó al actual alcalde de Barranquilla de pertenecer a la Casa Blanca, un lugar en donde se manejaba la compra de votos en la Arenosa: “En la Casa Blanca estaba ubicada una empresa que se encarga de rastrear los votos comprados con tecnología avanzada y así sabían si los votos llegaban a las urnas. También vendían paquetes de votos a otros candidatos.” Esto afirmó en declaración juramentada la ex senadora Merlano.
El 7 de septiembre del 2023 Barranquilla estaba de fiesta. Ese jueves arrancaba la eliminatoria mundialista en el estadio Metropolitano. La noticia empezó a esparcirse por la ciudad. Arturo Char había sido detenido por sus nexos con la ya mentada Casa Blanca. Arturo, el hijo de Fuad que siempre quiso dedicarse a cantar vallenatos, tenía que pagar por presuntamente ejercer una práctica que en la Costa Atlántica se volvió costumbre durante las elecciones. El 9 de enero del 2024 un juez ordenó la libertad de Arturo Char. Igual, había quedado marcado.
Este siete de marzo del 2024 el tribunal del Atlántico admitió la demanda de nulidad, impuesta por el ex candidato a la alcaldía Hassam Fares, que podría tumbar la elección de Alex Char. Fares alega que habría incurrido en inhabilidad, cuando se postuló a las pasadas elecciones regionales, por ser accionista del banco Serfinanza, una entidad financiera que tendría vínculos con entidades de la administración distrital como el Área Metropolitana, autoridad del Transporte.
Sobre la posibilidad de que Char pueda ser destituido de la alcaldía de su ciudad el coordinador de la línea de Gobernabilidad y Democracia de la Fundación Paz y Reconciliación, Alejandro Alvarado, afirma: “Alex Char tiene cuatro investigaciones penales activas y tiene una demanda contra su inscripción de su candidatura por un posible conflicto de intereses al ser socio de Serfinanza que a la vez tiene un convenio de financiamiento a la empresa de transporte de Barranquilla, Transcaribe, por una decisión judicial puede ser destituido y efectivamente le puede pasar con cualquier cargo de elección popular. Hay un precedente que es el de Antanas Mockus que lo demandaron por Corpovisionarios por contratar en época de elecciones. Más allá de decir que Char va a perder su investidura, acá pueden pasar dos o tres años de que haya sentencia sobre el tema”. La observación de Alvarado deja bastante en duda la posibilidad de que la destitución llegue antes de que se cumple su ciclo como alcalde.
En caso de que llegara a concretarse esa destitución, podría ser el golpe más duro para Fuad Char a sus 87 años, más fuerte incluso que ver a uno de sus hijos detenido por compra de votos, o de la propia tormenta que generó en su momento las fotos en donde se evidenciaba la relación extramatrimonial de su hijo Alex Char con la ex senadora Aida Merlano. Se vienen horas bajas para la familia más poderosa del Atlántico.