Senador Honorio Henríquez, habría hecho ‘lobby’ para evitar llegada de vacunas al Magdalena

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Las diferencias políticas en el departamento del Magdalena habrían llegado a lugares inusitados, al punto de que un parlamentario buscaría evitar la llegada de las vacunas.

Una investigación realizada por el medio local SUMARIO TV, de la ciudad de Santa Marta, se concentró en el porqué de las pocas vacunas que estarían llegando a la capital del Magdalena, en comparación con el número de vacunas asignadas en otras ciudades del país, advirtiendo que este fenómeno se estaría presentando por la injerencia negativa de un senador uribista.

Se trata de Honorio Henríquez, senador del Centro Democrático y abierto opositor al gobierno departamental de Carlos Caicedo. Según advierte el medio local, Henríquez estaría realizando “lobby” como miembro de la comisión del Senado para la Salud, con la particularidad de no estar buscando mayores vacunas a su territorio, sino el menor número de dosis, como forma de perjudicar la imagen del gobernador y de la alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson.

El supuesto interés que tendría el parlamentario en afectar la imagen de ambos mandatarios estaría fundamentada como una “venganza” debido a las denuncias realizadas por Johnson y Caicedo, contra el Superintendente de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, famoso por la discusión que sostuvo con Caicedo el año pasado y amigo cercano del senador uribista.

El medio local contó cómo, tras consultar con varias fuentes dentro del Ministerio de Salud, confirmaron que debido a la influencia del senador uribista el número de vacunas asignadas a Santa Marta es de apenas 720 dosis, un número bastante inferior al asignado para otras ciudades como Barranquilla, a la que se le asignó 1.250 dosis en la primera entrega, dejando a la ciudad con el menor número de vacunas por cada 100 mil habitantes.

Las pocas vacunas habilitadas para Santa Marta no alcanzarían a cubrir ni la mitad de empleados del sector salud que están constantemente expuestos al virus, causando gran indignación entre trabajadores y la comunidad en general, sin contar a los más de 7 mil adultos mayores que están en espera para ser atendidos con la vacuna.

 

 


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