Senadores denuncian ante CIDH violenta represión del Paro Nacional

Compartir

Los congresistas Antonio Sanguino e Iván Cepeda, junto al Colectivo de Abogados ‘José Alvear Restrepo’ y el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos enviaron una comunicación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dándole a conocer la violencia con la que el Estado colombiano está reprimiendo la protesta social.

Bogotá, noviembre 24 de 2019. Después de recolectar las denuncias de ciudadanos víctimas de la represión y la violencia por parte de miembros de la Fuerza Pública y del Escuadrón Móvil Antidisturbios -ESMAD- y tras conocerse el lamentable caso de Dylan Cruz, el joven de 18 años al que un miembro del ESMAD le disparó por la espalda y que hoy se encuentra en el Hospital San Ignacio de Bogotá con muerte cerebral, los senadores Antonio Sanguino e Iván Cepeda y las organizaciones sociales arriba señaladas, decidieron dar a conocer ante la Comisión Interamericana de Derecho Humanos -CIDH- «la grave situación de derechos humanos que se presenta en el marco de las movilizaciones del “Paro Nacional” que inició el pasado 21 de noviembre y que ha dejado varias personas fallecidas, un significativo número de personas detenidas arbitrariamente y heridas gravemente, además de hechos de criminalización y estigmatización», dice la comunicación.

En la carta dirigida a la CIDH, los denunciantes también enumeran los hechos de represión más graves que han rodeado movilización y solicitan a la Comisión conminar al Estado colombiano a garantizar el derecho a la protesta en todo el territorio y que se abstenga de hacer señalamientos estigmatizantes a los participantes. «En este momento, urge que cese la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD contra las expresiones legítimas de la ciudadanía», es otra de las solicitudes.

Y es que para el senador Antonio Sanguino, el Gobierno en lugar de escuchar y leer las peticiones de los manifestantes «se ha dedicado a criminalizar el Paro Nacional y reprimir con la fuerza del estado los reclamos legítimos de la ciudadanía. Eso es propio de las tiranías».

 


Compartir