Sucre: Ciénaga de Aguas Turbias: mitológica

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Este cuerpo de agua está ubicado en Tómala, importante corregimiento de Majagual, y limita con Machetón, jurisdicción de Sucre (Sucre), sede del IV Congreso Internacional Campesino, el evento más importante del Mundo, mismo que albergó a obreros de Europa, Asia, Norte, Centro y Sur América, y que llegó a reunir a más de cinco mil representantes del agro.

Tómala, la tierra donde mantuvieron a Gloria Lara secuestrada por mucho tiempo; la misma tierra de la panela de hoja, la Casco Émulo, de familias como los Díaz, los Fleres, Montalvos, campesinos trabajadores que hicieron parte de la civilización de las tierras de las fincas Colombia y San Fransisco, de propiedad de Gallino Vargas, primer hombre que desafió a Sangre Negra a no pagarle el secuestro de uno de sus hijos, porque con un millon de pesos él, el Gallino, podía crear hasta cinco hijos.

Es bueno e importante recordar, porque allí está ubicada esta hermosa ciénaga.

Aguas Turbias: mitológica. sí, encantadora, aguas de color de agua de panela, con taruyas adornadas con flores fuxcias, con tapones flotantes capaces de sostener árboles nativos como el guarumo, caracolí, campanos, entre otros, que han servido para que aniden mochuelos, canarios, bajeros y otras aves canoras que alegran con sus cantos el amanecer y atardecer de este sitio encantador.

Cuentan los lugareños que en los años 60, 70 y 80 era un desafío ir a Aguas Turbias a pescar. Se decía que sus aguas estaban encantadas, que sus tapines flotantes en las noches se llenaban de luces, que aparecían barcos de gran tamaño, que por sus aguas nadaban peces plateados y dorados que desaparecían como por encanto al momento de lanzarles las atarrayas, que se veían nadar patos y pisingos de bellos plumajes, pero que jamás se dejaban cazar.

Otros cuentan que en Aguas Turbias lograron pescar al bocachico más grande de la región, con un peso de hasta 15 kilos, y que alcanzó para alimentar a una familia de 12 hijos más  sus padres.

Dicen que para lograr la pesca de esos peces había que usar una táctica especial con atarrayas de 12 varas debido a la profundidad de sus aguas, y que los pescadores, para tener suerte, tenían que hacerle movimiento a las aguas a fin de lograr el éxito y obtener siquiera 5 o 6 ejemplares en sus faenas, las cuales tenían que ser en las horas del día, pues en la noche los encantos en esta maravillosa ciénaga no permitían pescar ni navegar por sus aguas.

¡Oh tiempos aquellos!, que sin la existencia de las CAR se mantenían todas las especies propias de la zona: ponches, iguanas, icoteas, conejos, nutrias, guartinajas, conejos y pare de contar, pero que, debido a la poca participación del Ministerio de Ambiente y Corpomojana, ya están desapareciendo.

Es un llamado, una voz que pide a gritos al mismo hombre que vive en su entorno, a los entes que tienen esa misión de preservar los recursos naturales nenovables, mirar hacia Aguas Turbias para que no se acabe, para que los herederos de todas esas familias puedan decir que todavía hay naturaleza en Aguas Turbias

Por Rogelio Góez Barragán


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