El antiguo integrante del secretariado de las Farc, Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, más conocido como Simón Trinidad, fue aceptado en la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, tras solicitar su ingreso en múltiples ocasiones.
Trinidad fue un importante comandante cuyo nombre siempre estuvo en las mesas de negociación entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y esa extinta organización subversiva.
Desde esa época, los altos mandos guerrilleros exigían su regreso a Colombia, pero el Gobierno nunca cedió por lo complicado del trámite.
Y es que no se trata de cualquier hombre, Trinidad llegó a ser uno de los líderes más importantes de las Farc y adquirió reconocimiento a nivel nacional e internacional tras ser responsabilizado por el secuestro de tres contratistas estadounidenses en territorio colombiano.
Alias Simón Trinidad le pidió al canciller Álvaro Leyva que gestione su repatriación a Colombia y lo incluyan en la ‘paz total’
El caso fue tan famoso, que las autoridades de toda América Latina y Europa se dieron a la tarea de hallarlo y lo encontraron en Ecuador, donde finalmente fue capturado.
Meses más tarde, en 2004, Juvenal Ovidio fue extraditado a los Estados Unidos, en donde fue condenado a la pena máxima que permite el Acuerdo de Extración entre ambos países: 60 años de cárcel en la reconocida prisión de ADMAX, la más segura de EE.UU. y una de las más temidas del mundo.
Bajo ese contexto, la Jurisdicción avocó conocimiento de cinco procesos penales en los que se encuentra procesado o acusado Trinidad. Aunque no especificó cuáles son los casos puntuales, la mayoría de ellos son por homicidio, secuestro extorsivo, rebelión y secuestro en concurso con violación de inmunidad diplomática.
Pese a eso, EL COLOMBIANO consultó fuentes de la JEP que aseguraron que esta comparecencia no implica que la justicia transicional asumirá el caso de los estadounidenses, por lo que ese delito sigue bajo la Jurisdicción de EE.UU. “En la resolución, firmada por la magistrada Diana Vega Laguna, integrante de la Sala de Amnistía o Indulto, también se declara la inhibición para estudiar dos casos en los que Palmera Pineda fue absuelto por parte de la justicia ordinaria y que tienen que ver con el secuestro de Consuelo González de Perdomo y el ataque a un vehículo perteneciente a la administración municipal de Gigante, en Huila”, detalló la JEP.
Además de aceptar su ingreso, la Jurisdicción también le ordenó a su Unidad de Investigación y Acusación –que es como la Fiscalía de la JEP– que recabe información adicional sobre otros 116 procesos penales y analice el estado en el que se encuentran las actuaciones en su contra.