El Tribunal para la Paz de la Jurisdicción Especial para la Paz asumió la competencia del subcaso Costa Caribe, Batallón La Popa, del Caso 03: ‘Asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado’, antiguamente conocidos como ‘falsos positivos’.
La sección asume así el estudio de la Resolución de Conclusiones No. 3 de 2022, expedida por la Sala de Reconocimiento de la JEP el 7 de diciembre de 2022, para iniciar el proceso que conduce a la emisión de una sentencia e imposición de una sanción propia en contra de los exintegrantes del Ejército que reconocieron su participación en los crímenes de guerra y de lesa humanidad que les fueron imputados.
En esta etapa procesal tendrá una especial preponderancia la participación de las víctimas en el componente reparador y restaurador de las sanciones propias, que serán impuestas a los comparecientes si se comprueba que se superó el umbral de verdad y de reconocimiento que hubo en la justicia ordinaria.
Así, el Tribunal para la Paz conocerá los casos del mayor (r) Guillermo Gutiérrez Riveros, quien fue comandante de batería y oficial de operaciones vinculado al Batallón de Artillería No. 2 La Popa; el teniente coronel (r) Heber Hernán Gómez Naranjo, quien fue responsable de la sección de operaciones y segundo comandante del batallón; los sargentos primero (r) Efraín Andrade Perea, quien estuvo al frente de la Sección Segunda, y Manuel Valentín Padilla Espitia, agente de inteligencia externa de la Sección de Inteligencia; y el teniente (r) Carlos Andrés Lora Cabrales, quien, además de haber sido comandante de batería, fue comandante del grupo especial Trueno de este batallón.
Esta etapa procesal también incluye al subteniente (r) Eduart Gustavo Álvarez Mejía, quien comandó varios pelotones, incluido Zarpazo; al sargento viceprimero (r) José de Jesús Rueda Quintero, quien fue comandante de pelotón; al subteniente (r) Elkin Leonardo Burgos Suárez, quien fue comandante de un pelotón de soldados regulares; al cabo tercero (r) Elkin Rojas, quien fue comandante de escuadra; y a los soldados profesionales Juan Carlos Soto Sepúlveda, quien fue parte del pelotón Albardón 3; y a Yeris Andrés Gómez Coronel y Alex José Mercado Sierra, quienes fueron integrantes del grupo especial Zarpazo.
La Sala de Reconocimiento identificó dos patrones de macrocriminalidad ocurridos entre enero de 2002 y julio de 2005, cuando uniformados vinculados al Batallón La Popa cometieron 135 asesinatos y desapariciones forzadas, entre los que se incluyen víctimas de los pueblos indígenas Wiwa y Kankuamo.