Un balance de la violencia en el 2020- Por: Laura Cano. Periodista Pares.

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Este año, en medio de una pandemia mundial, se cumplieron cuatro años de la firma del Acuerdo Paz entre el Gobierno Nacional y la antigua guerrilla Farc, además, también se cumplió la mitad del periodo presidencial de Iván Duque, quien, entre otras muchas cosas, tiene en sus manos la implementación del Acuerdo de Paz.

Por esto desde la Fundación Paz y Reconciliación se hizo un análisis sobre el panorama de seguridad y violencia en el país, el cual fue presentado en el informe ‘Un balance de la guerra y el crimen en Colombia’, en el cual se logró establecer que si bien en materia de seguridad hubo una disminución en las cifras de homicidio, comparado con el 2019, sí hubo otros escenarios donde la situación se agravó, por ejemplo, en relación con el desplazamiento forzado, las acciones violentas en territoritos y las acciones subversivas.

Lo anterior estuvo relacionado con lo que fue el crecimiento en este año de los Grupos PostFarc o Disidencias, el ELN y los Grupos Armados Organizados, los que han casi que doblado su presencia armada territorial en los últimos dos años. Los Grupos Armados PostFarc pasaron de operar en 56 municipios en 2018, a 113 a agosto de 2020. El ELN pasó de estar en 99 municipios a más de 160 en 2020, y el Clan del Golfo opera en algo más de 200 municipios actualmente.

Algunos hechos victimizantes ocurridos en el 2020

Uno de los primeros indicadores que evaluados fueron los de homicidios reportados en el primer semestre del 2020, tiempo en el que se identificó una reducción respecto al 2019, pues, por ejemplo, en marzo – mes en que inició el aislamiento preventivo obligatorio – hubo un total 769 homicidios, mientras que en ese mismo periodo, pero de 2019, el total fue de 1060. Esto continuó igual en los meses posteriores; 613 (abril 2020), 943 (abril, 2019); 827 (mayo, 2020), 1034 (mayo, 2019); 818 (junio, 2020), 984 (junio, 2020).

Hay que señalar que aunque hubo una disminución que permaneció en los tres meses estudiados, esta fue “poco significativa entendiendo que en el presente año las condiciones de aislamiento obligatorio y estados de excepción derivados de la pandemia de la Covid-19 debieron significar una reducción radical de este fenómeno”.

Por otro lado, como se mencionó, hubo otros hechos victimizantes que en este año se acentuaron, y que diariamente fueron reportadas por comunidades, familias, organizaciones, medios de comunicación comunitarios, etc., dentro de estos hechos están los desplazamientos forzados, que durante estos meses han estado relacionados con enfrentamientos armados en los territorios, amenazas, asesinatos selectivos. Sobre esto, en junio del presente año, trece congresistas de los partidos Alianza Verde, Polo Democrático, Cambio Radical, Liberal, Colombia Humana y la U, advirtieron que en Colombia hasta ese momento y desde inicio de año habían sido desplazadas forzosamente 16.190 personas.

Adicionalmente, desde la Fundación Paz y Reconciliación se entrega un reporte de las víctimas de Minas Antipersonal (MAP) y Municiones sin Explosionar (MUSE), a través de la información brindada por la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal-DAICMA, correspondiente al período entre el 01 de enero y el 30 de junio. Así hay que mencionar que también desde 2018 se han venido registrando una disminución en este tipo de casos; en dicho año el total de víctimas fue de 178, mientras que en 2019 fue de 111, y a la fecha mencionada en 2020 fue de 68.

En relación con esto vale la pena hacer dos anotación: por un lado, que durante este año los departamentos más afectados por estos hechos han sido Norte de Santander con el 19.30% de lo casos, Antioquia con el mismo porcentaje y Nariño con el 18.28%.

Por otra parte, hay que resaltar que aunque si bien hubo una disminución vista en lo general de los año, desde Pares se estableció que viendo esto en los primeros meses de aislamiento preventivo obligatorio la dinámica cambió específicamente en mayo, en el cual hubo siete (7) víctimas de MAP y MUSE, mientras que en el mismo mes pero de 2019 hubo dos (2) víctimas. En los otros meses se mantuvieron los meses de este año con menos casos, pero con diferencias mínimas.

Asimismo, en ‘Un balance de la guerra y el crimen en Colombia’ se indica que respecto a los actos de terrorismo cometidos en el 2020 “los primeros cinco meses del año 2020 superan en 44 casos el total presentado en todo el año 2019. Por su parte, las acciones subversivas de los primeros cinco meses de 2020 superan en 10 el total presentado en el año anterior.

En este sentido, el incremento de acciones de la Fuerza Pública no corresponde a una reducción de acciones terroristas y subversivas lo cual indicaría que las labores de inteligencia no estarían siendo eficaces frente a la prevención de estos fenómenos”. A partir de información de la Policía Nacional se halló que desde el 2017 los actos terroristas vienen aumentando: 127 (2017), 152 (2018), 209 (2019), 253 (2020). Mientras que este mismo fenómeno se ve desde 2018 con las acciones subversivas: 12 (2018), 20 (2019), 30 (2020). Hay que indicar que estos datos respecto al 2020 son hasta el 30 de junio.

Hay que mencionar que uno de los hechos que más ha incrementado en este año han sido las masacre, al 17 de diciembre Indepaz reportaban un total 83 masacres y más de 300 víctimas mortales a causa de estas, lo que significa que respecto al 2019 el aumento fue de más del 100%, adicionando que de por sí ya preocupaba lo que ocurría en ese año, pues también para ese momento y respecto al 2018 el total casi se duplicó.

Esto, como se expuso en el documento, obedece al “recrudecimiento de las disputas territoriales entre estructuras armadas ilegales, cuyo objetivo de violencia, en estos casos, es la población civil”. Asimismo a lo que denominan “empate técnico negativo”, que como se explica, ocurre generalmente “cuando hay disputa criminal esta tiene una duración de dos (2) años o un poco más.

Actualmente, la disputa por varias zonas que eran de las antiguas FARC lleva tres (3) años como producto de la imposibilidad de que una organización criminal se imponga sobre las otras. Ninguna es lo suficientemente fuerte como para ganar la guerra, por consiguiente acuden a la violencia contra la población civil para ganarse la adhesión de las comunidades. Por lo menos habrá un año más de disputa criminal en varias regiones del país.

 


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