El pasado 6 de abril, nuestra alma mater cumplió 58 años de vida institucional; celebración que permite reflexionar sobre el trasegar de una institución nacida de la mente, sueños e ideales de su fundador, don Elías Bechara Zainúm, idea inspiradora que congregó seguidores para sacar adelante este proyecto que hoy conocemos como: Universidad de Córdoba. Sería inconcebible, no pensar lo que ha sido el andar de nuestra Universidad. Un ente que ha venido contribuyendo con el pasado y presente de Córdoba pensando en la transformación humana y social; soportado en la ciencia, el saber y el conocimiento. No obstante, hoy, desde la adversidad forjamos la génesis y evolución de esta Institución y, en medio de estas vicisitudes inherentes a su trasegar, formamos el carácter e identidad que caracteriza a los unicordobeses.
Unicórdoba ha sido hecha a pulso, sostenida con éxito en medio de adversidades, carencias, conflictos, desencuentros y tensiones; muchas de ellas, violentas y dolorosas; pero, a pesar de todo, hemos mantenido el pulso y continuado por el mejor camino. Es grato recordar en estos 58 años la perseverancia y tenacidad del nuestro fundador dando inicio a las labores académicas en el Colegio Nacional José María Córdoba; en esta Institución educativa funcionamos durante 4 meses; posteriormente, la Universidad se trasladó a la Plaza de Ferias, y, en este lugar, se continuó con las actividades académicas de los programas de Medicina Veterinaria e Ingeniería Agronómica; con dichos programas nació la Universidad de Córdoba y respondían a la vocación productiva del departamento. En este lugar permanecimos durante cuatro años. Después, con esfuerzos financieros obtenidos a través de créditos, se compró lo que para la época era la hacienda Nueva York; conformada por 64 hectáreas de tierra; lugar donde encontramos el campus central de la Universidad de Córdoba. De esta manera, se sentaron las bases y rieles por donde se ha movido y construido la Universidad durante estos 58 años.
Es esta la ocasión para reconocer y exaltar el trabajo y aporte de rectores, profesores, estudiantes y trabajadores que, durante todos estos años han hecho posible la construcción de este proyecto educativo que ha formado 44 mil profesionales en distintas disciplinas científicas; que tiene una cobertura estudiantil de 18 mil estudiantes, 32 programas académicos de pregrado, 22 programas de maestría y 5 doctorados haciendo presencia en distintas regiones del departamento. Además, nuestra proyección científica permite hacer presencia en gran parte del territorio nacional; aportando conocimiento a través de nuestra capacidad científica a las comunidades.
El presente histórico de la Universidad de Córdoba reafirma los principios concebidos por nuestro fundador; tanto él, como todos los que hicieron posible este proyecto de transformación social y humana. A las generaciones que hacen presencia en nuestro territorio, le expresamos nuestra gratitud eterna por haber creado y dejar como legado la alma mater de los cordobeses; el bien público y social más valioso de este Departamento.