Víctimas ven con buenos ojos libertad condicionada otorgada a Benito Osorio

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Redacción: laregional.net-

Benito Osorio Villadiego, exgerente del Fondo Ganadero de Córdoba en 1997 y condenado por una alianza con las Autodefensas de Carlos Castaño, en la que cientos de campesinos fueron desplazados de sus tierras de Tulapas (Urabá) y sus predios comprados por el Fondo a precios irrisorios, fue dejado en libertad condicionada por decisión de la Sala de Definición de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Su libertad se produjo luego de que ante la JEP se convirtió en uno de los principales “delatores” de la estrategia de usurpación de tierras en la que los directivos de esa agremiación se vieron inmiscuidos, para adquirir miles de hectáreas en esa zona de Antioquia con intermediación de la fundación Funpazcor de la “casa Castaño”.

La determinación adoptada por la Sala de la JEP contó con el concepto favorable de las víctimas, quienes mostraron una postura favorable a su salida de la cárcel indicando que sus pronunciamientos en las diligencias “fueron extensos y detallados dando claridad sobre cómo se inició, se configuró y se perfeccionó el despojo de las tierras a manos de la entidad que gerenciaba”.

De acuerdo con lo expuesto por la JEP, durante las audiencias conjuntas adelantadas en diciembre del 2020, así como sus comparecencias individuales en agosto y septiembre del año pasado, el exgerente del Fondo Ganadero de Córdoba detalló aspectos como las “actuaciones preparatorias” de la agremiación junto con los paramilitares para el desplazamiento de las familias y otros asuntos, que permitieron valorar “a priori”, un compromiso genuino con la verdad.

Además de lo anterior según el Tribunal de Paz, Osorio Villadiego entregó información sobre participación de agentes de la Policía y el Ejército en el desplazamiento de las comunidades así como participación de entidades y funcionarios de nivel regional o nacional en la estrategia delincuencial.

Por otra parte se refirió a los destinatarios de los predios previamente objeto de despojo comprados por el Fondo y que terminaron en manos de empresas como la Reforestadora Industrial de Antioquia (RIA), Incuagro, Proacucho y reconoció que fungió como testaferro de Salvatore Mancuso en el año 2007 en otros predios.


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